Capítulo 104

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¡PATITOS HE VUELTO!

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-¡¿Cómo de que estamos encerrados?!

La exclamación aterrada de Peter en medio de la cocina durante el desayuno fue la perfecta representación del sentir general tras recibir la novedad de Carl. La cucaracha se había encargado durante la noche de revisar el campo de fuerza personalmente bajo la tormenta. Era un muro invisible, pero que lanzaba un choque eléctrico cargado con Woo Foo al tocarlo. Como advertencia, se podía sentir la energía en el cuerpo desde los veinte metros de distancia. Era como un cosquilleo eléctrico pesado que iba en aumento en la medida en que se acercaba al límite. Era tan fuerte, que había que ser un suicida para avanzar más allá de las fuerzas. Desconocía si Yenny se desmoronó antes de llegar al borde o si alcanzó a tocar el campo. Fue Yin y en segunda instancia Yanette quienes la ayudaron a recuperarse. La anciana miraba a la cucaracha de vez en cuando con una mirada asesina. Era como si lo culpara a él de haber colocado el campo de fuerza, o de haber expuesto a su nieta a este. O tal vez era para desquitarse con alguien ya que Jobeaux no había bajado a desayunar.

La mañana aún continuaba sumida en la noche eterna mientras que la lluvia con el viento y los truenos comenzaban a ser monótonamente molestos. La consternación apenas dejaba hablar a los presentes. La reaparición del Maestro Yo los había dejado sin aliento. La noche eterna junto con la tormenta comenzaba a amainar los ánimos. La reciente noticia les había llegado como un balde de agua fría. Solo Lucio, Jobeaux, Pablo y Bob se encontraban ausentes de la reunión. El resto prefería seguir en silencio la conversación que quienes se atrevían a hablar.

-Es un extraño Campo Foo invisible y con carga eléctrica -le explicó Carl-. Es una versión que no conocía que era posible formar ni mucho menos mantener de forma permanente.

-¿Y cómo sabes que era Woo Foo y no otro tipo de energía? -lanzó Yanette en tono cortante.

-Tras años de experiencia, puedo reconocer la energía Woo Foo -respondió Carl con seriedad.

Yang lanzó un gruñido que rápidamente captó la atención de su entorno. Fue una especie de gruñido gutural disfrazado de carraspeo y un estornudo que al final no se concretó. Tras su silencio a través del tiempo que poco a poco iba transcurriendo, el resto dejó de prestarle atención al conejo.

-¿Entonces fue el Maestro Yo quien hizo esto? -preguntó Kraggler con temor.

-O tal vez fue el famoso Maestro de la Noche intentando incriminar al Maestro Yo -respondió Jack pensativo.

-No puedo creer que nos hayan encerrado aquí -comentó Lina en tono molesto.

-¿Estás seguro que este campo rodea absolutamente toda la granja? -preguntó Yanette mirando a Carl.

-Revisé todo el alrededor -contestó la cucaracha-. El campo Foo rodea todo el perímetro.

-Por lo menos podríamos llamar a alguien desde afuera para que nos rescate -propuso Yuri.

-No. Las líneas telefónicas están cortadas -contestó Jacob encogiéndose de hombros-. Además, la tormenta acabó con la señal telefónica y de internet. Es un milagro que aún tengamos luz eléctrica.

Dicho y hecho, las luces de la cocina se apagaron, dejando a todos a oscuras. Gracias a un par de relámpagos, pudieron notar que aún seguían a oscuras al interior de la cocina en vez de ser tragados por un agujero negro salido de la nada. Los murmullos, comentarios molestos y apesadumbrados no se hicieron esperar. El zumbido de voces solo se acabó cuando Yin colocó un par de esferas luminosas sobre la mesa. Las había generado con su propio Woo Foo para evitar que la conversación se estancara en este nuevo obstáculo.

Amor prohibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora