Capítulo 13

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—¿Hablo con la familia Chad?

Yin alzó el fono del teléfono de la casa, contestando apenas habían llegado a la casa junto con Yang.

—Sí, ¿qué necesita? —respondió con educación.

—Mire, hablo del departamento de policía —informó la voz—, le llamo para informarle que encontramos a su hijo.

Una cosa quedaba detrás de la otra. Había que olvidar todo dolor, todo drama, todo pleito. El show debía continuar. Yin y Yang se dirigieron de inmediato rumbo al hospital, lugar en donde el oficial les indicó que se encontraba su hijo. Cualquier información sobre el contexto y los detalles del secuestro pasaron a segundo plano. Lo importante era volver a ver a su retoño.

«Un extraño secuestro de un menor desde el Hospital General en horas de esta madrugada. La víctima, un menor de ocho años, fue atrapada por un sujeto desde su propia habitación dentro del recinto. Afortunadamente, el menor y el secuestrador fueron encontrados en horas de esta tarde. El culpable, un experto en magia llamado Carl Garamond, fue internado con heridas de gravedad en el Hospital General bajo custodia policial. El parte médico informa que ambos se encuentran estables dentro de su gravedad, pero que el menor está viviendo una rápida recuperación. Hasta el lugar del secuestro se encuentra nuestro corresponsal...»

Jobeaux se encontraba en su cuarto comiendo una sopa instantánea recién calentada mientras oía las palabras desde un viejo televisor. Se encontraba hipnotizado viendo el rostro de la cucaracha mostrada con frecuencia en la pantalla junto con escenas del hospital. La mención y descripción del sitio le parecían absolutamente familiares. Su especialización en el Woo Foo no había sido en vano.

Aquel sitio históricamente era cuna del Maestro de la Noche, un maligno ser que buscaba por todos los medios extinguir el Woo Foo del planeta. Cada cierto tiempo surgía un nuevo Maestro de la Noche con dichas intenciones, pero siempre los guerreros Woo Foo conseguían derrotarlo. Con añoranza recordaba cuando él mismo junto con otros se enfrentó en la batalla contra el último Maestro de la Noche, de nombre Eradicus.

En aquel tiempo el Woo Foo casi llegó a extinguirse, cuando solo quedaba el Maestro Yo como el último guerrero Woo Foo del mundo. Hasta que encontró a Yin y Yang y los entrenó. Luego de eso, los nuevos guerreros Woo Foo se dedicaron a entrenar a sus amigos, y conseguir el resurgimiento del Woo Foo. Él mismo formó parte de aquella primera generación. Tras la batalla contra el último Maestro de la Noche, él regresó a su tierra natal. Luego no supo nunca más de sus compañeros y amigos. Él mismo optó por el camino del Woo Foo, con la intención de forjar a su segunda generación. Fue una generación dispersa con el paso de los años, entrenando de a uno por uno por cada pueblo que visitaba.

Mientras el noticiero continuaba dándole vueltas a su jugosa noticia, una duda incómoda surgió en el goblin. La noticia insistía en la culpabilidad de Carl. No le encontraba sentido al hecho que Carl llevara al menor hasta precisamente la cueva del Maestro de la Noche. Carl habrá actuado como villano, pero jamás estuvo de parte del Maestro de la Noche. En la batalla contra el penúltimo Maestro de la Noche él se había aliado con Yin y Yang para derrotarlo, mientras que el último Maestro de la Noche era quien principalmente rechazaba a la cucaracha como villano. No le hacía sentido la versión de la prensa.

Lo que realmente sí le preocupaba era el hecho ocurrido con el pequeño. Temía que esto diera origen a un nuevo Maestro de la Noche contra el cual debía luchar. La peor situación en este caso era que el espíritu del Maestro de la Noche hubiera encontrado en el niño un nuevo cuerpo sobre el cual desarrollarse. Sabía quién era el menor. Jack le había comentado lo de su hermanito durante su disculpa por no asistir a su entrenamiento ese día. La cuna escogida para el futuro Maestro de la Noche era ideal para sus planes maléficos.

Amor prohibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora