Capítulo 62: Somos los bichos raros

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—¡Profesora Yukizome, se lo suplico, necesito que me de una pista! — rogó Nagito poniendo sus manos frente al escritorio de su profesora — ¡Usted me lo ha dicho, sabe donde puede estar él!

—Komaeda-san, entiendo que quieras verlo, pero debido a mi rango actual yo no puedo darte siquiera una pista de lo que le pasa, solo soy una profesora y debo mantenerme de esta forma — le explicó Chisa —. Te di una idea de donde se encuentra, eso ya es más que suficiente. Tú y yo sabemos lo que pasa cuando la confidencialidad de Hope's Peak Academy está en juego. Saber ciertas cosas te vuelve un cómplice, yo ya lo soy, lo sabes desde el momento en que traje a yo misma con mis manos a mi alumno herido.

—Creo que no nos estamos entendiendo; necesito verlo. Profesora, ya pasó una semana desde que esto ha llegado al colmo y debe parar. Se que está en la academia, dormido, no ha despertado desde aquel suceso, ¿verdad? ¡Debemos probar otras cosas de las que ya ha intentado! ¡Se que yo puedo quitarlo de ese estado!

—¿Te refieres a poder despertarlo? — le preguntó confundida. Nagito asintió con la cabeza — Komaeda-san, se le ha dado todo tipo de estímulos para despertarlo; golpes, cortes, epinefrina, choques, pruebas de sonido, de dolor, todo lo que te puedas imaginar. Nada lo ha logrado quitar de ese modo.

—...Puede que tenga razón...

—Lo lamento mucho, en serio esto también me duele, pero debo-...

Antes de poder levantarse de su silla, Nagito ya lo había hecho y se acercó a ella, quedando de frente. Lentamente, el albino se arrodilló en el suelo y puso sus manos en el suelo junto con su frente, haciendo una reverencia que en este punto era una súplica.

—¡K-Komaeda, por favor, l-levántate!

—Profesora Yukizome, nunca en mi vida antes he tenido a alguien más allá que se haya preocupado por mi, y mejor o peor aún; amado. Hajime se metió en esto por mi culpa, soy responsable de todos sus problemas con la academia y quiero asumir las consecuencias de estos actos, pero no puedo. Le suplico por favor, que si hay una pizca de bondad en su corazón, pueda decirme donde está Hajime. Quiero verlo, quiero cuidarlo, limpiarlo, acariciarlo, quiero ver su rostro descansando mientras me hago responsable de todos mis errores que fueron cargados por él durante meses; ¡quiero demostrarle a Hajime que estoy para él, así como él siempre lo estuvo para mi! ¡Quiero volver a ver a mi Hajime!

Un silencio rodeó la sala de profesores donde ellos dos solos se encontraban. La luz del atardecer entraba por la ventana junto con una leve brisa otoñal. Chisa no necesitaba que Nagito le diga cómo se siente, pues a primera vista se notaba para ella y estaba tan mal como él, porque Hajime era su alumno y lo quería. Además, no conoce con exactitud qué es lo que trama Hajime, tiene miedo de que esto salga a la luz de alguna forma.

Pero pensándolo mejor, a pesar de todo la academia intentó asesinar a Nagito. Si no fuera porque la Fundación del Futuro ya presentía algo luego de la desaparición del castaño, no hubieran llegado a tiempo y todo se hubiera ido por la borda. Fue una buena idea que el castaño haya hecho un trato con la Fundación hace un tiempo.

Esto último le hizo darse cuenta de que debía terminar con todo este reinado rápido, su alumno sigue arrodillado y suplicando una pista o ubicación solamente para verle la cara a quien es su única felicidad en su corta vida.

Puso su mano en el cabello de Nagito y lo acarició, eso hizo que el albino levante la mirada y se encuentre con el rostro de su profesora; una mezcla de preocupación y determinación.

—Komaeda, quiero ver a esta academia arder, solamente Hajime y tú son los únicos que conozco que son capaces de hacerlo por un bien mayor. Te diré donde está, pero debes prometer que nunca dirás que fui yo quien te dio esta información, y más importante: Que no harás cosas estúpidas con ello.

Pretty Normal Student [Komahina/Hinakoma] © nommedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora