Pretty Normal Student [Komahina/Hinakoma] © nommed

Extra 6: Vacío

—Buenas noches, Yasuke — saludó Nagito desde su puerta —. Espero que duermas bien.

—Oye, deja la puerta abierta antes de dormirte.

—¿Por qué?

—Por seguridad. Si algo me pasa a ti o a mí, entonces podremos escuchar y actuar.

—¿Temes que alguien Hope's Peak nos ataque de noche?

—Es una posibilidad no muy alta, pero que no hay que descartarlo — admitió —. Pero como dije; por seguridad. Me preocupa mucho que tu demencia te haga hacer cosas locas.

—Ya veo — sonrió —, es muy profesional y atento de tu parte, Yasuke. Pero en serio, descansa. Dejaré la puerta abierta como dices.

—De acuerdo, duerme bien — se despidió de él y caminó hacia su habitación, donde dejó la puerta abierta a una distancia próxima de treinta centímetros del marco.

—Te veo mañana — se despidió y entró sin cerrar la puerta.

Finalmente podía descansar. Se quitó toda la ropa para ponerse una más adecuada para la fría noche de invierno esa noche. A través de su ventana, pudo ver las leves gotas de lluvia que comenzaban a hacerse un poco fuertes. Cerró las ventanas tapándolas con las cortinas color bordó y se acostó.

No sabía cuánto extrañaba su cama e intentó dormir, pero cuando cerró sus ojos, recordó algo.

—...Los trabajos de Hajime — dijo en voz baja para él mismo.

Se levantó de la cama y prendió su computadora, la cuál se había comenzado a familiarizar con este debido a la frecuencia con la que lo usaba para enviar todos los trabajos que debía entregarle a Nori; la persona que ayudaría a Hajime escapar de la academia.

No tenía tiempo para quejarse o pensar en su salud, solo pensaba en ayudar y terminar con sus responsabilidades. Su concentración estaba casi al máximo, tecleaba sin parar y casi sin parpadear hasta que el sonido de la lluvia se convirtió en una gran tormenta eléctrica. Definitivamente no era el mejor ambiente.

El ruido era muy fuerte, lo odiaba. Sus oídos retumban al igual que la ventana por los fuertes vientos y las pesadas gotas de agua. Si esto continuaba, no iba a poder concentrarse. Llevó su mano a su cabello y se echó para atrás su flequillo, revelando su frente.

—Mierda... — suspiró enojado y cansado — Debería... hacerme un té de manzanilla.

Era la mejor opción para él, un calmante natural. Se puso las pantuflas y caminó hacia la puerta ya abierta y la empujó. Cuando pasó del otro lado, se fijó instintivamente en la puerta de Yasuke y pudo ver una leve luz encendida.

Su curiosidad era muy grande, se preguntaba si acaso Yasuke dormía con la luz del escritorio prendida o simplemente es su imaginación. Caminó despacio hasta la puerta procurando no hacer ruido y cuando asomó su cara, pudo verlo:

Yasuke estaba trabajando, se mantenía levemente encorvado mientras escribía sobre el escritorio en un montón de papeles que posiblemente eran de sus investigaciones. La luz del cuarto estaba apagada, pero la lámpara de escritorio se mantenía encendida y proporcionaba la suficiente luminosidad como para continuar con eso. Este agarró un papel y con ira lo arrugó y lo tiró en el cesto de basura a su lado, el cual ya tenía varias bolas del mismo papel arrugado.

Nagito ya se podía imaginar que estaba pasando, así que decidió irse. Pero por accidente, perdió levemente el equilibrio y su mano movió tan solo unos centímetros la puerta.

Yasuke se dio cuenta de esto por el ruido y, sin mirar hacia atrás, agarró con fuerza el lapicero que tenía en mano y lo lanzó hacia la dirección de Nagito. Para la fortuna del otro, el lapicero quedó clavado en el marco y no en su cara.