Finalmente habían logrado llegar a la casa, había sido un viaje duro y horrible para ambos chicos que estaban cansados, ninguno de los dos podía decir quien se veía peor que el otro porque los dos parecían que habían vuelto de una maratón llena de obstáculos con lodo y/o agua con las peores condiciones físicas.
Aunque se demostró que Yasuke en momentos de adrenalina puede tener una fuerza y agilidad envidiable a comparación del promedio, superó sus propios límites; le duelen las piernas, brazos, su espalda dolía y sus pulmones igual. Nagito aunque estaba bien, la cirugía limitó más aún sus propias capacidades físicas, lo que le impidió ser de ayuda y terminó por estorbar.
Ahora Nagito estaba en la cama sentado en la cama del primer piso, con una toalla en su pelo con la cual terminaba de secarse para así poder dormir. En realidad, esperaba a esa persona que se escuchaba que estaba bañándose en el baño de esa habitación. Aunque le habían dicho que se fuera a dormir, realmente no podía hacerlo, no solo porque quería esperarlo antes de acostarse, sino porque debido a todo lo sucedido, tiene muchas cosas que procesar.
Recordó las palabras de aquel cruel hombre que por desgracia no pudo verle la cara, pero tenía su voz grabada en el cerebro, así que si volvía a escucharlo, iba a hacer algo al respecto. Luego de eso, aquel momento de desesperación donde por poco su amigo entra en pánico pero que logró mantenerse con por lo menos un objetivo no dañino, que era solo ponerlo a salvo. Había sido una madrugada horrible, apenas había comenzado un nuevo día. Pronto serían las 5 a.m y el sol comenzaría a revelarse por el horizonte a la distancia de forma sutil.
La puerta del baño fue abierta y de ahí salió Yasuke, con solo su pantalón gris largo hasta los tobillos y con el torso desnudo, teniendo la toalla colgando alrededor de su cuello sobre los hombros
—Oye, te dije que te durmieras — le reclamó el neurólogo mientras caminaba hacia él.
—Si, lo sé... Pero no iba a lograrlo de todos modos...
—Es entendible, es difícil hacerlo después de toda la mierda que acabamos de vivir — agarró su camiseta gris de mangas cortas que estaba colgando en una silla y se la puso. Ahora estaba mejor que antes —. Pero es tarde, debes descansar.
—Pero... Tú no vas a dormir, ¿verdad?
—Que listo. Tienes razón, no lo haré — agarró su bolso que estaba en el suelo y se lo mostró —. Debo ponerme a secar las hojas que seguramente se mojaron.
—Oh... Lo entiendo. Pero te tomará mucho tiempo.
—No importa. Solo acuéstate y duerme, yo estaré aquí contigo terminando con esto.
Nagito guardó silencio, mirando fijamente y analizando todas las acciones de Yasuke; como movía la silla y se sentaba en la mesa de trabajo, sacando todas las hojas que sí parecían que se habían mojado. Esa era información importante que salvar. Yasuke sintió la pesada mirada y se giró para ver a su compañero, el cual seguía sentado en la cama.
—¿No te he dicho que te duermas? — le preguntó irritado.
—Ah, lo siento — reaccionó. Se acomodó entre las sábanas y se acostó, terminando por apoyar su cabeza en la almohada —, estaba pensando y no pude coordinar con lo que me pediste.
—Como sea... — rodó sus ojos y volvió a lo suyo — Descansa.
—Buenas noches — tras despedirse, cerró sus ojos.
Yasuke apagó la luz de la habitación, dejando solo prendida la luz amarilla de la lámpara de mesa para iluminar sus hojas y terminar con lo que era necesario.
Era tan tarde, ni siquiera podía oírse el sonido de algún insecto con lo gruesas que eran las paredes de aquella casa. Yasuke miraba sus hojas y las organizaba de forma lineal una al lado de la otra, analizándolos y revisando su estado. Sus ojos pesaban mucho, sus ojeras se habían oscurecido cada vez más con el pasar de los días.
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Pretty Normal Student [Komahina/Hinakoma] © nommed
Fanfic[AU: Side Despair] Nagito Komaeda tiene poco tiempo de vida, pero eso no es un impedimento para él. Está en su primer año de instituto con todos sus nuevos compañeros, con el pasar de los días, se dará cuenta de que hay algo... o alguien que siempr...