Capítulo 74: Abismo

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Raramente Nagito se sentía angustiado hasta el punto de llorar, era algo anormal y que sólo podía atribuirse a los cambios químicos de su cerebro debido a toda la ensalada de pastillas que consumía regularmente.

Estando sentado frente a la mesa de la cocina, levantó su cabeza cuando Yasuke le dejó una taza de café recién hecha. Sólo eso, no había nada más.

Yasuke se sentó en una silla cercana a él en la misma mesa y también con un café en mano para poder acompañarlo. Había mucho silencio entre ellos a pesar de que el suertudo agradeció por el café y comenzó a beberlo de forma tranquila y sin hacer mucho ruido más allá de los suspiros tras un par de tragos. Alguien debía romper ese silencio de alguna manera, porque tenían una charla pendiente.

—Komaeda — finalmente habló Yasuke. Puso su codo sobre la mesa y recostó su cabeza en su mano, dejando su otra mano lastimada sobre la mesa —, ¿cómo te fue en tus tareas?

—¿Eh? — Nagito se quedó atónito, pues de todas las cosas que esperaba escuchar, lo que menos había imaginado es que de forma tranquila le estén preguntando cómo le había ido ayer.

—Solo responde — suspiró cansado y giró su cabeza para verlo —, prometo no alterarme demasiado.

Nagito agachó su mirada hacia su café nuevamente, todavía sorprendido, pero también aturdido. Tal control de Yasuke solo lo hacía sentirse peor.

—Grítame si es lo que quieres hacer, ¿si? —le dijo Nagito y sin mirarlo — No debes de ser tan considerado conmigo solo porque soy tu paciente. Al contrario; al serlo, yo por desobedecer debo tener un castigo o ser reprendido por mis acciones. Incluso... castigos físicos si crees que funciona.

—¿A si?

Yasuke levantó su mano y la bajó rápidamente hacia la cara de Nagito, este último cerró sus ojos con fuerza y se asustó, así que corrió su cara y esperó el golpe.

Pero eso nunca pasó, al contrario de sentir una fuerte cachetada, no ocurrió nada. Abrió sus ojos lentamente y vio la mano flotando casi cerca de su cara. Yasuke se veía indiferente, quizás hasta un poco enojado. El neurólogo movió su mano y la dejó arriba de la cabeza de Nagito, donde le acarició el pelo.

—¿Por qué crees eso?, ¿por qué piensas que mereces algo como eso por simplemente haber querido ayudar a quien amas? — le habló con una voz suave — En el pasado te he pegado, golpes tan débiles y a veces fuertes, pero que siguen siendo una acción violenta, todo porque llevabas mi paciencia al límite cuando veía tu estupidez resplandecer. Sin embargo, eso es algo que debo cambiar y que alguien como tú no lo merece. Perdóname si ante tus ojos, soy una persona violenta como para que hayas sugerido eso. Quizás lo soy.

—Yasuke... Lo siento, no quise ofender...

—No lo hiciste — sacó su mano de la cabeza de su paciente y agarró nuevamente su taza de café, la cual dio un sorbo y lo despegó de sus labios al terminar —, solo me confirmaste lo obvio. Quizás yo no sea un buen amigo. Hago lo que puedo. Ser neurólogo no me vuelve un psicólogo o psicoterapeuta que pueda ayudarte y apoyarte como quiero serlo para ti o que la gente espera, solo soy un idiota malhumorado que odia al ser humano.

—...Para mi, Yasuke es una de las personas más fabulosas y esperanzadoras que haya visto — agarró su taza y observó su reflejo en el líquido negro —. Incluso si es así como eres o te describes, para mis ojos serás siempre una increíble persona. Me ayudaste mucho, he logrado avanzar gracias a ti, quien me ha apoyado y seguido hasta este punto.

Despegó su vista de su café y conectó su mirada con la de Yasuke, siendo este último luciendo bastante expectante por lo que diría el suertudo.

—Ese "idiota malhumorado que odia al ser humano", es quien quiero mucho, porque esa misma personalidad suya que conforma todo su ser es lo que lo llevó a convertirse en el Neurólogo Definitivo — sonrió de forma cálida —. Por favor, Yasuke, no cambies ni te sientas mal por quien eres debido a mí. Que esos cambios inicien sólo por ti y tu esperanza.

Pretty Normal Student [Komahina/Hinakoma] © nommedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora