Capítulo 82: Escrito en la sangre - Querido amigo (1/2)

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La alarma resonó con poca intensidad. Volumen bajo pero lo suficientemente alto como para despertar a quien la programó en la noche.

Yasuke estiró su brazo, vio que era la alarma de las 6:50 a.m y la desactivó. Estaba muy cansado, seguía teniendo sueño a pesar de haber ido a la cama temprano apenas llegaron al Clan Kuzuryuu para quedarse ese día y nada más. Sin embargo, recordó que no dormía solo.

A su lado en el otro futón, Nagito dormía plácidamente y, extrañamente, sin hacer ninguna pose rara ni roncar y babear, solo estando todavía en sueño profundo. Puso la mano en el hombro de este y la sacudió sin fuerza, pero siendo lo suficientemente movido como para ir despertándolo.

—Hey, levántate, ya es de día.

Finalmente logró que su amigo se despierte, un poco más amargado de lo que normalmente se vería de él estando recién despierto, pero por lo menos no le había costado despertar. Nagito se sentó sobre el lugar donde dormía y estiró su espalda junto con sus brazos.

—Buenos días, Yasuke — saludó, un poco adormilado todavía. Luego de eso, bostezó y tapó su boca con su mano — Aaaah... Que bien dormí... Hubiera estado bien una hora más de sueño.

—En tu casa podrás volver a dormir hasta cualquier hora de la mañana, pero ahora estamos en techo ajeno así que debemos movernos — se quitó las sábanas de encima y se levantó de ahí —. Recuerda lo que tenemos que hacer hoy.

—Oh, cierto, tienes razón — dijo y se emocionó —. Hoy volveremos a nuestra casa.

Tu casa — le corrigió mientras agarraba y escogía ropa.

—Vamos, no seas así...

Su queja no fue escuchada, así que sin otras alternativas, se levantó de ahí con mucha pereza pero determinación ante la idea de cómo acabaría el día de ellos dos. Sacó su ropa y también se vistió ahí mismo manteniendo su respectiva distancia con Yasuke y sin mirarse.

—Oye, Nagito — Yasuke lo llamó y este se giró para verlo — ¿Tienes algún abrigo que puedas prestarme? No traje mucho y ya la que tengo es repetitiva y está sucia.

—Haha, olvidamos ir a la lavandería. Aunque lo que menos piensa uno en estas situaciones de emergencia es justamente la apariencia — fue a su bolso e inspeccionó lo que tenía para darle ya que él también estaba corto de ropa, pero logró encontrar un lindo abrigo de color azul oscuro — ¿Este te parece bien?

—Cualquiera sirve en general — tomó el abrigo —. Muchas gracias. En casa voy a lavarlo.

—¿Qué no era mi casa? — sonrió mientras intentaba contener la risa.

Yasuke se dio cuenta de lo que dijo y de su error, así que abrió sus ojos muy sorprendido, pero luego volvió a ser una mirada afilada junto con sus cejas fruncidas por ver cómo es que se estaban burlando de él.

—Será mejor que guardes silencio o "accidentalmente" voy a clavarte la aguja varias veces en lugares equivocados para extraer sangre. Vístete como quieras ahora, de todos modos vas a tener que volver a quitártela cuando lleguemos a la sala de cuidados.

—¡Hahaha! ¡Lo siento, en serio!

Tras esa conversación, los dos siguieron adelante con sus cosas y obligaciones de cada mañana, las cuales eran vestirse, acomodar las camas, la ropa y luego tocará el aseo personal e higiénico. El cabello de Nagito siempre resultaba tan resaltante cuando se despertaba, casi no tenía forma, en cambio Yasuke simplemente necesitaba un buen baño que no se daba en días.

Al cabo de unos buenos minutos de ellos dos en el baño, concluyeron todo lo que tenían que hacer y salieron de ahí, empezando ahora por caminar entre los pasillos del Clan Kuzuryuu como si siempre hubieran vivido ahí. La mañana siempre resultaba buena si ellos la comenzaban juntos.

Pretty Normal Student [Komahina/Hinakoma] © nommedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora