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Capítulo 103: (In)esperadas vacaciones (Parte 1/2)

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Con Yasuke y Hajime cara a cara, era sorprendente que la tensión entre ellos fuese muy baja a pesar de todo lo que pasó entre ellos, y puede deberse a lo hecho hace pocas noches atrás por una persona en común entre ellos dos y la ayuda mutua reciente, logrando dejar sus problemas atrás. Aunque, el hecho de que estén en silencio para Hajime ya era incómodo.

La mirada pesada de Yasuke era una que no todos eran capaces de aguantar, mucho menos cuando vienes a hablarle de un tema tan serio y personal, siendo sus ojos celestes opacos lo que resaltan la profundidad de su mirada, que juzga todo el tiempo cada detalle que encuentra. A pesar de que estaban sentados en extremos opuestos de una mesa, se siente como si estuvieran tan solo a centímetros.

Entre el medio de ellos dos y sudando un poco en frío, estaba Nagito, quien estaba dispuesto a ser un mediador en caso de discusión, pero de igual forma teme que salga mal. Había traído a Hajime e Izuru a casa sin pedirle permiso, y eso lo hacía sentirse un poco irrespetuoso. Ya tras un largo silencio, fue quien Yasuke decidió dar un paso y comenzó a hablar:

—Entonces, ¿dónde está el idiota intelectual? — preguntó.

—Ah, bueno, disculpa — dijo Hajime, nervioso —. Está aquí.

Tan solo fue un parpadeo, uno donde mantuvo sus ojos cerrados un instante y ya era alguien diferente, siendo su lugar ocupado ahora por Izuru. Se notaba que ese miedo emanado por Hajime ya no existe, ni se siente una tensión.

—Nagito me dijo que estabas dispuesto a dar un tratamiento contra su enfermedad, ¿no?

—Si.

—¿Y estás dispuesto a hacerlo de forma gratuita?

—Si.

—Okey. Listo. Fin de la discusión.

—¡¿Eeeeeh?! — Nagito estaba sorprendido de todo lo que vio y escuchó — ¿En serio esto es todo?, ¿no le harás preguntas de cómo debe hacerse o el cómo Izuru tiene pensado hacerlo?

—No hace falta, confío en que ya la tiene lista en tan solo un par de días y será de la forma más conveniente — respondió Yasuke.

Y era simplemente verdadero. Tanto Yasuke y Hajime eran cómplices de lo que había hecho con Izuru para salvar a Nagito; ir en contra de la voluntad de éste y hacer una cura. En resumen, el neurólogo confía en que esa misma fórmula o una versión más nueva hecha de forma intravenosa aplicable en casa puede ser la solución que buscaban para esta nueva situación. Nagito mira constantemente a los dos, tratando de adivinar de dónde salió esa confianza ciega el uno para el otro, pero no cree entender cómo es siquiera que se comunican con tan pocas palabras.

Nagito suspira, cansado y con menos presión, así que se siente ligeramente más aliviado, tanto por ver que su vida cambiaba para bien, como ver que tanto Hajime e Izuru se llevaban mejor con su familiar.

—Es genial entonces. Confío en los tres — dijo Nagito —. Ojalá se pudieran llevar así de bien todos los días.

—Mientras menos lo vea en mi casa y en el trabajo, mejor nos llevaremos — dijo Yasuke.

—Yasukeee — le dio un ligero codazo.

—Tiene razón — mencionó Izuru —. La distancia cura y cierra lo que el acercamiento y estrechamiento empeora.

—Que filosófico...

—Muy bien, parásito — Yasuke se levantó de su silla un poco apresurado —, puedes irte. Gracias por venir y perdón por desperdiciar tu tiempo. Es un viaje largo hasta tu casa así que te diría que te vayas ahora. Tienes mi número, así que no dudes en mandarme un mensaje de cualquier cosa relacionada a este tema hablado.