Pretty Normal Student [Komahina/Hinakoma] © nommed

Capítulo 31: Ojo por Ojo; la ley del bajo mundo

Si algo tienen en común Hajime e Izuru, era que a ambos no les gustaba la informalidad respecto a los horarios, y aunque Izuru era el más estricto con eso, Hajime podía aguantar y llegar a la hora acordada.

Eran las 23:24 de la noche y ya sentía que estaba llegando tarde a su trabajo a pesar de que Kuzuryuu le explicó que no era demasiado importante ser formal ya que tampoco hay demasiadas personas en las primeras horas.

Se había terminado de vestir y cambiar su apariencia, salió de su cuarto y caminó hacia la habitación de sus padres. Apoyó la oreja sobre este y no se escuchaba nada, tras un rato de hacer leves ruidos y de no escuchar alguna reacción sobre este, decidió entrar.

Al acercar su mirada vio que ambos adultos estaban profundamente dormidos, vio a su madre que abrazaba a su padre y dio una pequeña sonrisa.

Cerró la puerta despacio y bajó las escaleras, satisfecho por saber que por lo menos no lo descubrirán esa noche.

Aún pensaba en aquella conversación con su madre que lo dejó un tanto impactado, pero era comprensible.

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—Mamá, ¿conocías de antes a Nagito?

—...

—No me enojaré si así fue, solo quiero saber. Es una duda que ha estado en mi desde hace un mes aproximadamente. No debe ser tan malo, ¿verdad?

—Bueno..., no es malo.

—¿Entonces debo tomar esas palabras como un "si"?

—Si y no... — confesó —, veras, el apellido de Komaeda es único, no hay otros quienes lo tengan, por lo que reconocí aquel apellido al instante.

Se sentó en una silla para acompañar a su hijo, tomó un poco de aire y se preparó para hablar.

— Sus padres simplemente fueron compañeros míos durante la secundaria, nada más. Yo era amiga de su madre, pero no nos volvimos a ver luego de la graduación ya que ella inmediatamente ingresó a la Universidad de Tokyo, como sabrás, ahí solo van los más capaces. Años después escuché que ella se comprometió con un hombre que fue compañero nuestro y de gran reputación y que tendrían un hijo.

—¿No pudiste contactarte con ellos?

—Como dije, perdí el contacto, fue hace más de veinte años, donde lo máximo que teníamos eran las consolas Atari, un par de computadoras con un lento acceso a un simple correo electrónico y teléfonos fijos. Al principio creí que era una coincidencia, luego vi a Komaeda en persona y es literalmente la copia de su madre, a excepción del cabello.

—¿Por eso te sentías mal, verdad? No solo por las enfermedades de Nagito...

—Además de eso, saber que dos personas que conociste murieron en un accidente dejando a un hijo es demasiado triste. Pero ahora... Nagito también se irá, dejando aquel apellido sin sucesión. Es el único recuerdo que tengo de aquella persona y, como nadie más ha podido cuidarlo, es casi una necesidad que tengo de hacerlo. Aunque tú y Komaeda terminen, yo lo seguiré cuidándolo, ¿me entendiste?

—¡N-No terminaré con Nagito, no podría...!

—Me alegro entonces. Lamento que te haya ocultado esto, pero sentí que no era necesario contártelo. Mi lado de la historia no es importante.

—Yo me disculpo por todo lo sucedido en estos días. Te seguí poniendo presión a pesar de que ya te encontrabas bastante mal...

"Dile que la cena la haré yo, así puedo intentar demostrar que soy competente"