En el baño de chicas del segundo piso se encontraba una chica morena, de ojos azules y con una característica coleta inusual. Lavaba sus manos mientras tarareaba una canción para salir del baño.
Caminó unos metros para tomar papel de la máquina y así secar sus manos, pero un estruendoso ruido saliendo del último cubículo del lugar la hizo saltar del susto, alejándose de ahí y mirar desde donde provenía el ruido.
—¡Idiota, ¿como puedes caerte de esa forma?! — le reclamó una voz masculina.
—L-Lo siento, pero me tomó muy por sorpresa, no esperaba que fuera una pared corrediza — le respondió una voz también masculina pero suave. Al parecer intentaba moverse porque se escuchó el sonido de un trapeador caerse y demás productos como botellas de lavandina y desinfectantes.
—¡¿Q-Quién está ahí?! — gritó la chica, aterrada.
La puerta del cubículo se abrió y de ahí salió Nagito, seguido de Yasuke y Mukuro por último. A los tres no parecían importarles la extraña situación de que de repente todos ellos habían salido de un apretado lugar sin haber hecho ruido.
Nagito miró a la chica de pie, la cual se veía muy nerviosa, sonrió y se acercó a ella emocionado.
—¡Ah, yo te conozco! — le dijo el albino — Aoi Asahina, ¿verdad? La Nadadora Definitiva. Superaste varios récords juveniles a nivel mundial, trayendo el merecido oro a Japón.
—¡Ou...! — Aoi estaba impresionada, pero no de una buena manera. Intentando escapar de ahí, su mirada cayó en Mukuro, su compañera de clases — ¡Ikusaba-chan!
Aoi salió de ahí y se acercó a ella para sentirse protegida.
—D-Dime, ¿quiénes son ellos y porque estaban en el cubículo? — le preguntó la nadadora.
—No te preocupes, haz como si no hubieras visto nada — la ignoró y caminó con los chicos.
—Espero que nos podamos llevar bien, Asahina-san — le dijo Nagito mientras caminaba hacia la puerta —, solo procura no decirle a nadie sobre esto, estaríamos en graves problemas si fuera el caso.
Los tres finalmente salieron del baño de mujeres. Estaban en el segundo piso y el horario escolar ya había comenzado, miraron a sus alrededores y salieron rápido de allí antes que alguien note que dos chicos habían salido del baño de mujeres con una chica.
Se dirigieron hacia el laboratorio de Yasuke, donde apenas entraron, vieron al neurólogo moverse de un lado buscando diferentes cosas hasta que sacó todo lo que necesitaba en ese momento. Se sentó en la camilla médica y se fijó en su mano malherida.
—Mierda..., esto duele un montón — inspeccionó su propia mano —. Me rompió al menos un tendón, no hay duda.
—¡¿Hablas en serio?! — Nagito se acercó a él.
—Debo irme — anunció Mukuro de pie frente a la puerta —. Mi trabajo aquí ha terminado. Hasta luego.
No le dio tiempo a Nagito de decirle una palabra, ella simplemente se dio vuelta y salió del laboratorio, dejando a ambos chicos solos nuevamente.
Yasuke no miraba nada alrededor más que su propia mano, el cual empezó a limpiarle la leve sangre que tenía y a tratarla con el profesionalismo que merece la herida. Nagito se giró a verlo y sintió cómo su pecho se estrujaba al ver a su amigo lastimado.
—Yasuke...
El suertudo lo llamó, pero el de pelo azabache no le respondió, solo seguía enfocado en su mano la cual la empezó a llenar de vendas para que la mano no se mueva o haga movimientos involuntarios y voluntarios habituales. Su talento dependía de su habilidad en cortar y tratar las zonas correctas, por lo que estar herido lo mantenía casi en un estado de shock. Esta situación era básicamente deshumanizante para el neurólogo; era quitándole todo lo que era capaz de hacer.
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Pretty Normal Student [Komahina/Hinakoma] © nommed
Fanfiction[AU: Side Despair] Nagito Komaeda tiene poco tiempo de vida, pero eso no es un impedimento para él. Está en su primer año de instituto con todos sus nuevos compañeros, con el pasar de los días, se dará cuenta de que hay algo... o alguien que siempr...