Capítulo 75: Construyendo y reparando

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Para alguien como Nagito Komaeda, ver una simple pared blanca resultaba ser algo muy aburrido y casi insoportable si se prolongaba mucho tiempo, hasta alguien como él necesitaba más que eso, no solo una pared, algo con letras, por ejemplo.

Pero esta vez no pareció importarle, la miraba detenidamente, tan en blanco como la pared y sus pensamientos, tratando de encajar engranajes para seguir funcionando luego de una larga cirugía que ni siquiera caía en cuenta que le había hecho. Solo estaba ahí, existiendo.

Una cuchara con lo que parecía ser arroz aplastado, hecho casi puré, se le fue acercado a su boca. Giró su cabeza y pudo ver a Yasuke, pero en ese momento, no era más que un desconocido.

—Komaeda, come — le acercó la cuchara en la boca mientras sostenía el plato con su otra mano —, necesitas consumir algo.

Nagito a pesar de escucharlo, no podía coordinar nada, ni siquiera procesar correctamente las palabras. Yasuke dejó el plato entre sus piernas y con su mano disponible lo agarró de las mejillas y lo obligó a abrir la boca. Lo forzó a comer y retiró la cuchara de su boca, pero enseguida el alimento fue babeado y cayó una gran parte sobre la ropa de Nagito.

—Ten cuidado, idiota, no desperdicies la comida — con una servilleta que tenía cerca, le limpió la ropa y el rostro —. Come, por favor, hice lo posible para no quitarle tus reflejos más primitivos. Debes solamente tragar, ni siquiera masticar porque es casi un puré. Vamos a intentar otra vez...

Llenó la pequeña cuchara otra vez con el puré de arroz y se lo llevó a la boca nuevamente a Nagito. El albino quedó con el alimento en la boca mientras miraba fijamente a Yasuke, así que esta vez en vez de escupir, tragó lentamente lo que le habían dado por puro reflejo.

—Bien, eso es — Yasuke lo felicitó y sirvió otra cucharada —. Lo hiciste bien.

—Ya... Yasu... — intentó pronunciar su nombre — Yasu... ke.

—Si, ese es mi nombre — sonrió —. Lo recordaste. Veo que tu memoria está siendo recuperada poco a poco, parece que la cirugía fue bien. Quizás en realidad me recuerdes, pero intervine en tus sistemas motores y entonces simplemente no puedes hablar por eso mismo. Tranquilo, eso también lo recuperarás. Por ahora, yo soy quien debe cuidarte cómo si fueras un recién nacido. No permitiré que alguien más se haga cargo.

Llenó la cuchara con la comida y, cuando levantó la mirada, se encontró con el rostro de Nagito muy cerca, cosa que por momentos lo asustó. Nagito intentó estirar una mano hacia él, pero apenas lograba moverse y simplemente por poco se cae de la cama de no ser porque Yasuke lo sostuvo a tiempo.

—¡Oye, ¿qué intentas hacer?! Quédate quieto — dejó el plato en una pequeña mesa cercana y sostuvo a Nagito, el cual estaba recostado casi sobre su torso —. No te muevas, ¿si? La cirugía duró 18hs, tú estás delicado y yo estoy cansado, así que haz las cosas tranquilas para ambos, ¿entendido?

—Ya... suke, casa...

—Entiendo que quieras ir a casa, pero por el momento debemos estar aquí. Estás en la sala de recuperación del edificio de Medicina de Hope's Peak Academy, así que por nada en el mundo me separare de ti con esos malditos sabiendo de tu estado — sosteniéndolo, empujó a Nagito con cuidado hacia la cama, donde lo recostó nuevamente sin despegar su mano de la parte posterior de la cabeza, donde al final descansó en una acolchada almohada.

—...Ya... suke... — repitió desde ahí y siguió queriendo alcanzarlo — Sueño...

—Puedes ser capaz de crear un mensaje — analizó rápidamente —, bien, vas por buen camino. Puedes dormir ahora, Komaeda.

Pretty Normal Student [Komahina/Hinakoma] © nommedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora