Capitulo 100: Desarrollo

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Solo pasaron dos semanas de haber regresado a la academia, y para la grata sorpresa de todos, Nagito parecía estar mejorando en ese aspecto. No se ha vuelto a enfermar a pesar de estar expuesto a todo, hasta a emociones que lo descarrilan, pero supo mantenerse de a flote con los diversos temas, e inclusive sus estudios.

Aunque la parte favorita de sus días seguían siendo despertar con sus dos amores; con Yasuke y Kiibo.

Mientras que Yasuke duerme abrazado a él, pegado a su espalda como si buscase protegerlo, Kiibo se quedaba durmiendo por encima de las cabezas de ambos chicos, cuyas almohadas eran la cama perfecta para la cachorra. Y ahora, una alarma suena a la hora habitual; 6 a.m., ya que levantarse solía costar y llegar a la academia también.

A pesar de todo, durante estos últimos días a Nagito le estaba costando despertarse, como si su cuerpo exigiera el mayor tiempo de reposo posible. Esto produce que la alarma suene y nunca se apague. Esto al final hizo que Yasuke sea quien se despertó y tomara el celular debajo de la almohada de Nagito, la apagara y se acueste un momento.

Sin embargo, al sentir que Nagito en ningún momento tuvo la intención de despertar, se incorporó un poco sobre la cama y miró a Nagito a partir de la tenue luz de la mañana que entra por la ventana, atravesando las cortinas.

—Nagito — lo llamó y puso su mano en el pecho de su compañero —, despierta... Hey, Nagito. ¿Estás bien?

—...Mmgh... — un quejido salió de él. El albino no puede siquiera abrir sus ojos — Ah..., ya es la hora de ir a clases.

—Oye, no, espera, espera — puso su mano en la frente de este y descubrió el problema —. Tienes fiebre, otra vez.

—¿De verdad...? Dios... Que horror...

Kiibo, quien se había despertado primero que todos debido a la alarma, se levantó de su lugar y empezó a llorar. Era la primera vez que lo hacía sin razón aparente, empezando a hacer ruidos que salían desde su boca e insistiendo en señalar a Nagito. Se puso de pie y pasó por encima de Yasuke para quedar arriba del albino, acostada sobre el abdomen.

Para la sorpresa de Yasuke, Kiibo empezó a olfatear, pero no era la ropa o las sábanas, olfatea a Nagito en la zona del cuello, específicamente, en la zona del cáncer. Con su nariz apunta a los ganglios inflamados, lo que para Yasuke fue el "click" inmediato que dio con la razón de la fiebre.

Con eso en cuenta, realmente ya no hay nada que hacer.

Salió de la cama y se puso de pie, empezando a caminar en búsqueda de sólo dos cosas: Un paño y agua. Encontró todo enseguida, lo preparó y se devolvió nuevamente hasta la habitación donde Nagito continua acostado boca arriba con Kiibo encima suyo, la cual está acostada mirándolo. Se acercó y el paño sólo lo dejó en su frente, sin tener la mínima intención de ayudarlo más que eso.

—Gracias, Yasuke-kun — le dijo, sin todavía poder abrir sus ojos.

—No es nada.

—Ahora sólo queda ver qué pasará...

Esto era frustrante para Yasuke, porque aunque su labor como médico era respetar los deseos de su paciente, le genera impotencia no poder ser capaz de salvarlo, hacer que deje de sufrir sin que la muerte sea la primera opción.

—...Hey, tengo... unas pastillas que son para el dolor... — mencionó Yasuke, notando como al parecer, ya el cuerpo de Nagito no era capaz de tolerar el dolor como antes — Son un poco adictivas, pero quizás las quieras.

—No, gracias... — dijo con dificultad — No las necesito.

—...¿Te está costando respirar?, ¿quieres que te traiga el oxígeno-...?

Pretty Normal Student [Komahina/Hinakoma] © nommedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora