Capítulo 42: Hogar dulce hogar

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Un extraño frío recorrió la espalda de Hajime, no podía ver nada, puesto que mantenía sus ojos cerrados. Agarró las sábanas y se cubrió aún más su torso desnudo en la cama.

Sintió cómo una respiración en su pecho le indicaba que alguien estaba con él. Abrazó el cuerpo acurrucado de Nagito y continuó durmiendo plácidamente, o eso le hubiera gustado.

Su celular comenzó a sonar por algún lado de la habitación, quiso ignorarlo pero no dejaba de sonar. Aún con los ojos cerrados, puso su brazo debajo de la almohada y lo encontró. Pero no abrió los ojos para leer el nombre, solo atendió y puso su celular en su oreja.

—¿Diga? — respondió somnoliento y con una voz muy adormilada. Todavía abrazaba a Nagito con un brazo.

—"Hajime, finalmente contestas" — la persona del otro lado de la línea resultó ser su madre.

—Estaba durmiendo — su mirada se desvió hacia Nagito, quien ahora despierto y muy somnoliento, lo miró expectante a que termine su llamada. Hajime con su mano libre le acarició unos mechones del esponjoso cabello que portaba su novio.

—"Bueno, eso puedo saberlo..." — hubo una pequeña pausa del otro lado — "Komaeda está contigo, ¿no?"

—Si, está dormido.

—"Bien..., y será mejor que llegues temprano a casa, ya estuviste mucho tiempo afuera".

—Si, si. Estaré en casa antes del mediodía — y colgó la llamada.

Volvió a dejar el celular debajo de la almohada y simplemente se dedicó a cerrar los ojos nuevamente mientras Nagito lo abrazaba con poca fuerza, dejando la cabeza del albino apoyada en su bíceps. Los dos estaban en ropa interior y les gustaba mantener el contacto de sus pieles con la otra.

Abrió los ojos unos momentos para admirar la imagen actual antes de que se vaya y en eso, notó varios hematomas en el brazo de Nagito que se veían por la remera levemente caída en el hombro.

—No te vayas... — le pidió Nagito —, es la primera vez que duermo tan bien en esta casa...

—No me iré para siempre. Además, mamá tiene razón, me he ido toda la tarde y noche.

—Está bien— dio un suspiro resignado —. ¿Qué hora es?

—Umm... creo que las 09:14 a.m.

—¿Uh? No puede ser..., prepárate — se movió entre las sábanas y se ocultó debajo de ellas.

—¿Para qué debería preparar-...?

—¡Komaeda-saaaan! — Mikan entró sin tocar la puerta, gritando con su chillona voz de siempre y asustando a Hajime — ¡¿Whaaaaaah?! ¡Hinata-san! ¡¿Estoy en tu casa?!

—Wow, wow, c-contrólate, Tsumiki. Esta es la casa de Nagito.

—¿D-Dónde está Komaeda-san? — preguntó con nervios a flor de pie.

—Aquí — Nagito sólo reveló su mano enyesada y la saludó —. Buenos días, Tsumiki-san.

—¡Ah, buenos días! — saludó con un leve sonrojo, pero su expresión cambió abruptamente a una de terror — ¡E-Espera un segundo..! ¡¿Otra vez interrumpo algo?!

—No, Tsumiki. Anoche solo compartimos cama — explicó Hajime intentando no sonar nervioso.

—Oh, entiendo — suspiró aliviada y volvió a sonreír —. V-Voy a hacerles el desayuno a ambos, los fines de semana Komaeda-san y yo desayunamos chocolatada caliente con galletas.

—Wow, incluso tienen tradiciones entre ustedes — Hajime se rio levemente —. Iremos en un rato.

—¡S-Si! — y cerró la puerta, dejando nuevamente a ambos chicos solos.

Pretty Normal Student [Komahina/Hinakoma] © nommedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora