Un extraño frío recorrió la espalda de Hajime, no podía ver nada, puesto que mantenía sus ojos cerrados. Agarró las sábanas y se cubrió aún más su torso desnudo en la cama.
Sintió cómo una respiración en su pecho le indicaba que alguien estaba con él. Abrazó el cuerpo acurrucado de Nagito y continuó durmiendo plácidamente, o eso le hubiera gustado.
Su celular comenzó a sonar por algún lado de la habitación, quiso ignorarlo pero no dejaba de sonar. Aún con los ojos cerrados, puso su brazo debajo de la almohada y lo encontró. Pero no abrió los ojos para leer el nombre, solo atendió y puso su celular en su oreja.
—¿Diga? — respondió somnoliento y con una voz muy adormilada. Todavía abrazaba a Nagito con un brazo.
—"Hajime, finalmente contestas" — la persona del otro lado de la línea resultó ser su madre.
—Estaba durmiendo — su mirada se desvió hacia Nagito, quien ahora despierto y muy somnoliento, lo miró expectante a que termine su llamada. Hajime con su mano libre le acarició unos mechones del esponjoso cabello que portaba su novio.
—"Bueno, eso puedo saberlo..." — hubo una pequeña pausa del otro lado — "Komaeda está contigo, ¿no?"
—Si, está dormido.
—"Bien..., y será mejor que llegues temprano a casa, ya estuviste mucho tiempo afuera".
—Si, si. Estaré en casa antes del mediodía — y colgó la llamada.
Volvió a dejar el celular debajo de la almohada y simplemente se dedicó a cerrar los ojos nuevamente mientras Nagito lo abrazaba con poca fuerza, dejando la cabeza del albino apoyada en su bíceps. Los dos estaban en ropa interior y les gustaba mantener el contacto de sus pieles con la otra.
Abrió los ojos unos momentos para admirar la imagen actual antes de que se vaya y en eso, notó varios hematomas en el brazo de Nagito que se veían por la remera levemente caída en el hombro.
—No te vayas... — le pidió Nagito —, es la primera vez que duermo tan bien en esta casa...
—No me iré para siempre. Además, mamá tiene razón, me he ido toda la tarde y noche.
—Está bien— dio un suspiro resignado —. ¿Qué hora es?
—Umm... creo que las 09:14 a.m.
—¿Uh? No puede ser..., prepárate — se movió entre las sábanas y se ocultó debajo de ellas.
—¿Para qué debería preparar-...?
—¡Komaeda-saaaan! — Mikan entró sin tocar la puerta, gritando con su chillona voz de siempre y asustando a Hajime — ¡¿Whaaaaaah?! ¡Hinata-san! ¡¿Estoy en tu casa?!
—Wow, wow, c-contrólate, Tsumiki. Esta es la casa de Nagito.
—¿D-Dónde está Komaeda-san? — preguntó con nervios a flor de pie.
—Aquí — Nagito sólo reveló su mano enyesada y la saludó —. Buenos días, Tsumiki-san.
—¡Ah, buenos días! — saludó con un leve sonrojo, pero su expresión cambió abruptamente a una de terror — ¡E-Espera un segundo..! ¡¿Otra vez interrumpo algo?!
—No, Tsumiki. Anoche solo compartimos cama — explicó Hajime intentando no sonar nervioso.
—Oh, entiendo — suspiró aliviada y volvió a sonreír —. V-Voy a hacerles el desayuno a ambos, los fines de semana Komaeda-san y yo desayunamos chocolatada caliente con galletas.
—Wow, incluso tienen tradiciones entre ustedes — Hajime se rio levemente —. Iremos en un rato.
—¡S-Si! — y cerró la puerta, dejando nuevamente a ambos chicos solos.
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Pretty Normal Student [Komahina/Hinakoma] © nommed
Fanfiction[AU: Side Despair] Nagito Komaeda tiene poco tiempo de vida, pero eso no es un impedimento para él. Está en su primer año de instituto con todos sus nuevos compañeros, con el pasar de los días, se dará cuenta de que hay algo... o alguien que siempr...