Capítulo 67: Segundo plano

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[Recuerden que si no leyeron el Extra 6, no lograrán entender del todo el contexto del inicio]

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Desde el primer instante en que el albino comenzó a cobrar conciencia de que estaba despierto, supo que había dormido, mucho mejor que anteriores días.

Se incorporó sobre la cama para ver hacia fuera, ya que recuerda que Yasuke, su amigo, había dormido en la misma habitación que él para vigilarlo ante cualquier problema inesperado. Sin embargo, cuando se asomó para ver el suelo donde durmió, no lo encontró. Abrió sus ojos exaltado y se dio cuenta de que llevaba un buen tiempo de la mañana dormido gracias a la hora en su celular.

Enseguida un terrible pánico lo invadió, su corazón se aceleró al igual que su respiración y sus ojos estaban perdidos, casi erráticos. Se levantó de un salto de la cama y, sin perder el ritmo, salió corriendo de ahí para empezar a bajar las escaleras.

—¡Yasuke, Yasuke! — gritó — ¡¿Estás aquí?!

Llegando al living, vio como justo al mismo tiempo, Yasuke salía de la cocina y se dirigía hacia él. Está ahí, un poco en alerta por el repentino llamado, pero frente al suertudo.

—Komaeda, cálmate — le pidió cuando finalmente quedaron cara a cara. Yasuke notó como Nagito temblaba y parecía querer hablar —. No me fui en ningún momento, estoy aquí, simplemente estaba haciendo el desayuno.

—...A-Ah... — estaba sin palabras. Controló su respiración unos momentos y suspiró de alivio — Genial..., bien, lo siento.

Sintió como si su alma regresara a su cuerpo. Nagito se dio media vuelta y dejó salir todo el aire reprimido en sus pulmones por la adrenalina y miedo que lo inundó. En ese momento, no se dio cuenta de lo mal que estaba psicológicamente debido a por como Hajime había desaparecido luego de que él se durmió, sumado a las falsas promesas y su terrible factor suerte.

Yasuke se dio cuenta de esto y le palmeó la espalda, mostrando de alguna forma su apoyo.

—...Oye, lamento no haberte despertado — se disculpó —, pero necesitas descansar.

—No..., lo entiendo, solo exageré — intentando minimizar lo sucedido, se dio vuelta para mirarlo —. Buenos días, Yasuke.

—Bueno, ya que estás aquí, ven y ayúdame. Tengo el brazo lastimado y no puedo manejar bien las cosas.

Arrastrándolo por el lugar, Yasuke le empezó a dar órdenes en la cocina, como un dictador. Nagito hacía lo que podía y razonaba con todas las instrucciones que este le daba con sumo detalle para no hacer cualquier cosa. Un desayuno simple con sopa, té, arroz integral, tostadas y una manzana. Todo eso era (según Yasuke) un desayuno balanceado perfecto para cualquier ciudadano y más para alguien enfermo como lo era el albino.

Sirvieron todo y se sentaron por fin en paz a comer su primer desayuno juntos en casa. El silencio entre ellos no era cómodo ni incómodo, solo se concentraban en lo suyo, con cada uno en sus cosas en las cuales pensar.

En cierto punto del desayuno, Nagito ya se había llenado, le faltaba gran parte del arroz y las tostadas, se siente incapaz de avanzar.

—Será mejor que comas todo — le advirtió Yasuke sin mirarlo, pudiendo adivinar que sucedía.

—Hahaha, va a ser bastante difícil. No soy de los que derrochan comida pero... no me sentiría muy bien luego de terminar todo esto.

—Mmh — el neurólogo analizó el plato que Nagito dejó y en base a ello tomó una decisión: —. Bien, déjalo, por lo menos comiste la manzana entera, bebiste toda la sopa y el té. La próxima vez también come cosas más sólidas.

Pretty Normal Student [Komahina/Hinakoma] © nommedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora