El poderoso golpeteo de cascos, de una veintena de caballos podía ser escuchado desde una gran distancia, al punto que todos los que lo oyeran se apartaban del camino, o incluso preferían alejarse de él, e ir por campo traviesa.
Si bien el camino del ducado de los Croiss, a la Santa Sede, la Ciudad cercana a la capital donde se ubicaba válgame la redundancia, el corazón de la iglesia, era de alrededor de una semana en carruaje, los poderosos pura sangre que utilizaba y entrenaba la iglesia podían recorrer el mismo camino en escasos 5 días.
5 días que con esfuerzo e ingenio había conseguido comprar a la muerte, pero que me habían servido de bastante poco, porque durante los mismos no se me había ocurrido nada.
Durante estos días lo único que pude hacer fue reflexionar sobre lo increíblemente peligroso que es ir a la Santa Sede, y que tal vez me hubiera válido más la pena dejarme morir.
Al reflexionar de nuevo, solo volvía a los mismos puntos, y de cómo todas mis salidas se cortaron desde el momento en que el inquisidor decidió llevarme consigo.
Un rescate de Irma era mi mejor y quizás la única opción factible. Pero por norma general ella suele tardar 4 o 5 años en encontrarme, la razón de eso suele ser que al momento de mi nacimiento ella casi siempre está en la esquina contraria del continente. Ella siempre me está buscando y puede sentir mi existencia, pero sí literalmente aún no existo ella no tiene donde ir y termina en los lugares más extraños y lejanos.
Sin embargo, por lo que pude descubrir en mi vida pasada, las personas con las que más interactuó están reteniendo vagas memorias de mi existencia. Y por lo tanto es posible que Irma llegue antes en esta vida si conservo el recuerdo de que Karris es mi tierra natal.
El problema aquí es que la ventana de un posible rescate de Irma se está cerrando. Por fuerte que ella sea no podría contra el escuadrón inquisitorial si va de frente, y tampoco tengo una forma de hacerle llegar un plan. Por lo que he notado, la vigilancia que montan en las noches es perfecta, no dejan para vigilar al típico guardia que cabecea a ratos, ni el resto del batallón duerme a pierna suelta y no se enteran de nada. Todo lo contrario, sus guardias están perfectamente organizadas, sin puntos ciegos evidentes, y ante el menor ruido los legionarios saltan de sus tiendas con lanza en mano para responder a un posible ataque.
Un rescate de Irma sería difícil, muy muy difícil, pero aún entra en el reino de la posible. Lo verdaderamente problemático es cuando lleguemos a la Santa Sede.
Pese a que el nombre pueda parecer que se trata de una ciudad religiosa, realmente y siendo honestos, se trata de una ciudad muy militar.
Pese a ser el corazón de la religión del Reino, y tener la Suma catedral de los dioses, la Santa Sede también es el hogar de las 11 legiones de la iglesia. Siendo así el lugar donde viven y entrenan una fuerza militar que puede equipararse al ejército real. Poniéndolo en palabras más simples, por cada sacerdote hay alrededor de 10 soldados. Y la población de la ciudad no es exactamente pequeña.
Es por eso que las incursiones de Irma a la Santa Sede siempre son tan complicadas, es una ciudad demasiado vigilada y en alerta constante. Y es por eso que una vez que llegue ahí, que Irma pueda rescatarme, raya el terreno de lo imposible.
Es por eso que lo mejor que puedo hacer, es apegarme al plan actual, y apelar al instinto paternal de un grupo de soldados de mediana edad.
Mientras la pobre chica, que en contra de su voluntad fue elegida para cuidarme en el trayecto, me daba de comer, el grupo del inquisidor montaba su campamento y encendía una fogata para cocinar su cena. Por lo que he escuchado por conversaciones sueltas, está es la última noche que pasaremos en la intemperie, y mañana antes del mediodía llegaremos a la Santa Sede.
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Intentos Infinitos "2"
AléatoireContinuación de Reencarne como una villana con Intentos Infinitos.