44. El barón.

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Mirando la brújula de plata, esta me seguía apuntando un poco más al oeste de lo que me diría, sin embargo, desde que empecé mi viaje, la aguja apenas y se había movido, dando a entender que es probable que Irma se haya quedado quieta en un lugar. Pensando que mientras me mueva en una dirección cercana a la suya, tarde o temprano daré con Irma, volví a guardar la brújula, e hice una pregunta al ser de gabardina que estaba recostado en el respaldo de la carreta.

–– háblame de nuevo de ese tal barón Moss.

–– ¿Otra vez guapa? Ya te he dicho todo lo que sé, 3 veces para ser exacto.

Conmigo sentada en el asiento del cochero, y con Cenizas sentado en la careta, estábamos espalda con espalda, durante estos días de viaje, Cenizas me había estado acompañado, quizás en parte por mi queja de que se la pasa deambulando y no me ayudaba realmente, sin embargo, se bastante bien que se va apenas cae la noche y regresa cuando sale el sol.

Con la vista al frente, viendo únicamente un páramo que se extendía kilómetros y kilómetros, sabía que cuando cayera la noche, habré llegado a la ciudad de Dorma, una ciudad que no estaba en mis planes visitar.

–– conozco a toda la nobleza de Karris, los importantes al menos, o los que merecen que los recuerde mejor dicho, sin embargo, de este tal barón Moss, no se viene nada a la cabeza, creo recordar el apellido, pero eso es todo.

–– como ya te expliqué, es un noble de primera generación, recibió el título de barón hace apenas 6 años y su título no es hereditario. Su fortuna es modesta, poco más que un comerciante adinerado que de hecho es lo que es. No es alguien tan relevante que merezca que le prestes atención.

Intentando recordar cualquier cosa del tal barón Moss, para no tener que valerme únicamente de la información que me proporcione Cenizas, me quedé en silencio un par de minutos, con el tenue olor a tabaco llegando a mi, cada vez que el viento cambiaba de dirección.

–– ¿y cómo conoció a Calibrocha? ¿Y porque dices que la adoptó?

–– técnicamente no la "adoptó", la vio sucia y harapienta durante uno de sus viajes de negocios, y la subió a su carruaje para traerla a trabajar en su mansión. Si puedes llamar a lo que hace "trabajar" a veces ayuda a la cocina, lava verduras y prueba los dulces que se le serán servidos al barón. A veces ayuda en otras tareas, pero tampoco nada especialmente extenuante, en todo caso, tiene una habitación propia, y recibe un sueldo como el resto de las criadas.

–– ¿la vio y la subió a su carruaje?

Pregunté, aunque ya había hecho preguntas similares en el pasado, y tenía una idea vaga de lo que Cenizas me iba a responder.

–– así es, lo hace con frecuencia, especialmente a mujeres.

Con su respuesta, me quedé en silencio solo mirando al camino, pero Cenizas rectifico.

–– es un buen tipo guapa, no es alguien del que debas preocuparte y la niña está bien, ¿Es que no confías en mí acaso?

–– no es un asunto de confianza y lo sabes. Simplemente quiero estar segura.

Durante varios minutos, el silencio se hizo entre los dos. Me había hablado del barón con más detalle varias veces ya, al punto en que rondaba lo imposible que me estuviera mintiendo al haber tenido que responder las mismas preguntas de tantas formas distintas, Cenizas no mentía, no tenía motivo, y aunque quisiera, ni él podría sostener su mentira debido sus reglas de siempre decir "la verdad" sin embargo, reiteró que esto no se trata en si puedo confiar en Cenizas o no.

–– es un poco estúpido que lo pregunté a escasas horas de llegar, pero ¿De verdad vas hacer esto? El tiempo no está exactamente a nuestro favor, y para esta fecha, esa mujer ya debería haber llegado a Luxxen, está cerca guapa, ¿De verdad vas a perder días comprobando algo que ya sabes?

Intentos Infinitos "2"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora