Intentos Infinitos "2"

27. Listos ya

Cuando los primeros rayos del sol entraron por mi ventana, yo ya llevaba varias horas despierta y solo estaba esperando su llegada para poder empezar.

Una tensión como pocas he sentido durante mis vidas me invadía. He hecho muchas cosas peligrosas, y emprendiendo cruzadas, que basadas en su casi nulo índice de éxito se les podría considerar suicidios, sin embargo, había algo en esta que no me generaba esa sensación de apuro y aprobación de estar lo correcto.

Recordando mi vida anterior, y como terminó, con media sonrisa amarga recordé que al menos en esa vez todo lo que hice fue para salvar a una persona, y eso me traía paz. Sin embargo, en esta ocasión todo lo hago para salvarme a mí, y a veces no puedo evitar hacerme la pregunta si aún merezco ser salvada.

Mis vidas son infinitas, he despreciado tantas por los medios más banales que para mí han perdido casi todo su valor. No tengo problemas en ofrecer algo tan devaluado para salvar a otros, y por lo mismo, no puedo evitar sentirme mal cuando sangre debe ser derramada para preservar algo tan banal como mi propia existencia.

Suspirando, y alejando todos estos pensamientos de mi cabeza, me puse pié. Ahora no es momento de dudas, me dije mientras me colocaba mi túnica negra y arreglaba mi cabello.

Tengo una misión, me guste o no me he visto involucrada en el último acto de una trama que lleva más de mil años desarrollándose, y debo cumplir mi papel como agente del caos y romper el empate.

Como primer paso de mi plan, el día de ayer me apropie de la caja de música que hasta ahora había estado siempre en el centro de la mesa. Beatrix me ha enseñado lo suficiente de su funcionamiento como para poder abrirla sin ayuda, y aunque no se como acceder a los compartimientos más secretos, para el uso que le quiero dar, los básicos serán suficientes.

En un pequeño cajón guarde la tarjeta de presentación de Sydow, y el trozo de espejo. Ambos eran los objetos más pequeños y podían ir bien juntos. Combinado botones librere otro compartimento un poco más grande y coloque la lentilla del [ojo de la verdad] sigo sin estar del todo segura de cuan útil me pueda resultar, ya qué ver el ESTADO de la gente es un capacidad más curiosa que útil. Pero al mismo tiempo es un objeto bastante raro, si consigo venderlo también me puede ser útil.

Otra extraña combinación, abrió un compartimento en la tapa que guardaba un 5to tambor musical, que era el espacio más grande donde pensé que cabría el [Corazón de la Bruja], sintiéndolo mucho por más que trate, me fue imposible hacer que cupiera, por lo que aún tendra que ocupar un espacio en mi inventario. Con la mejora de descripciones que había obtenido, podía ver que cada habilidad tenía una contra afectaba a la mente o al cuerpo de alguna manera. Ir por ahí colecinandolas nunca ha sido algo que me gustará hacer, en parte porque aprender a usarlas era molesto. Sin embargo, seguia siendo un objeto creado por Oronela en persona, y no le veo sentido que ella necesitará algo tan absurdo para hacerse más poderosa. No tengo pruebas, pero tengo la teoría que debe tener una función que oculta además de robar habilidades.

Sintiéndolo mucho, deje en un rincón objetos tan banales como cubertería, envases. Todos eran traídos de mi vida pasada, y quizás pueden tener algún valor al venderlos, pero no era una seguro que fuera a encontrar la casa de empeños de la que me hablaron, y tampoco era cuestión de acumular cosas solo por si puedan ser útiles. Jarras y cafeteras son bastante fáciles de conseguir, y la única ventaja que tienen estas es que podrían llegar a ser valiosas. Tengo otros medios de conseguir dinero y necesito espacio ya sea para llevar comida, o cualquier cosa que me sea útil en el camino.

Revisando mi bolsa, saque los últimos dos objetos que no terminaba de saber que hacer con ellos, por un lado tenía una pequeña libreta saturada de apuntes personales, que iban desde mis descubrimientos para elaborar la [Ecencia de la vida] y un sin fin de lugares y fechas que podrían o no ser importantes y me conviene no olvidar. Técnicamente todo lo que contiene es está en mi memoria, y debería ser capaz de recordarlo por mi misma, además de que la libreta es demasiado grande para guardarla en la caja de música. Sin embargo, solo por lo que descubrí de la [escencia de la vida] ya la hace valiosa, y es demasiado para recordarlo paso por paso, será mejor que la conserve ahora y no me lamenté despues.