Sentada en una pequeña mesa en la esquina de una posada, masticaba sin muchas ganas un plato más insípido de lo que el precio y la limpieza del lugar podrían dar a entender.
Había logrado entrar a Luxxen sin ningún problema, e insistiendo que no tengo nada realmente que hacer en la ciudad, mi único pendiente, es conseguir un caballo y si la suerte está de mi lado, un carromato, para realizar los viajes que aún tenía delante.
Dando otra mordida a la extraña carne que dudo seriamente que sea pollo, de repente, un olor a tabaco llenó el lugar, y de reojo, vi que la botella de vino que tenía en mi mesa fue levantada, mientras alguien jalaba una silla para sentarse.
–– creí que me habías abandonado.
Declare mientras de fondo se escuchó el sonido de alguien llenando un vaso.
–– ¿Puedes dejar de desconfiar de mí por 5 minutos? O ¿es acaso que prefieres que viajemos juntos?
Sin estar del todo segura si mi broma lo había ofendido, o si era parte de su propia broma hacerse el ofendido, colocando la estatuilla del hombre de Medam en la mesa, me limité a responder su última pregunta.
–– mientras estemos en Karris lo prefiero así, me muevo mejor estando sola, y es preferible tenerte a ti, que tienes mejor movilidad, libre para investigar posibles peligros a mi paso. Y ya que estamos en eso ¿Que has averiguado?
Bebiendo de un único trago del vaso que me había robado, Cenizas comenzó a hablar.
–– Han pasado cosas, nada que te deba sorprender. La Santa Sede sigue en alerta máxima, y han aumentado el control sobre las personas que entran y salen de las ciudades, como ya debes haber deducido y comprobado, sin embargo, hay un nuevo Arzobispo.
Con un largo suspiro, me dije que no tendría sentido que me dijera su nombre, debía ser algún sacerdote que solo habré visto una o dos veces, y el hecho que la iglesia finalmente reconociera la muerte de Garibaldi era más significativo.
–– entonces, Garibaldi murió, ¿Como se lo tomó..?
–– Garibaldi no ha muerto.
Declaró Cenizas interrumpiendo mi pregunta.
–– ¿Qué? Bueno, da igual, que haya dimitido al estar demasiado enfermó para seguir al frente de la iglesia tampoco es un resultado tan extraño.
–– tampoco ha dimitido.
Con cierto temblor en mis manos, debido a que su broma ya estaba siendo demasiado molesta, estaba por replicar, pero él se adelantó.
–– Garibaldi ha desaparecido. Así de simple. No encontraron su cadáver por ningún lado, y los guardias que protegían su puerta no muestran signos de haber sido víctimas de los soldados de piedra. Otra cosa los mato, hay quienes te culpan de su desaparición, y otros más que no están tan seguros.
Llevando las manos a mi cabeza, una pequeña jaqueca me llegó ¿Qué sentido tenía que algo así ocurriera? ¿Quién se llevaría al Arzobispo, y por qué?
Mientras mi cabeza daba vueltas, un extraño presentimiento me llegó, y recordando algo que había dicho Cenizas en el pasado, una frase se repitió en mi cabeza.
"Ella siempre ha estado pendiente de ti"
–– Eris…
Dije al mismo tiempo que un sabor terriblemente amargo lleno mi boca.
–– ¿Estás segura guapa? ¿Por qué haría algo así?
Ignorando las preguntas de Cenizas, haciendo memoria en las fechas, recordé que a la cercanía de mi 5to año de vida, era el momento en que la enfermedad que afecta la mente del Rey se volvia permanente.

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Intentos Infinitos "2"
LosoweContinuación de Reencarne como una villana con Intentos Infinitos.