Intentos Infinitos "2"

28.5 Punto de vista de Beatrix 5

Una punzada de dolor presionaba mi corazón mientras sujetaba la mano de mi padre. El calor casi había abandonado su cuerpo, por lo que sus manos se sentían frías.

Buscando su pulso, lo encontré débil, y su respiración aún más. Él dormía, o era lo que parecía por lo calmado de su expresión, sin embargo, el hecho que no despertara por mucho que lo llamarán hacía saber que algo andaba mal.

— tranquila niña. Se que parece malo pero no lo es tanto.

— Estoy tranquila.

Respondí sin apartar la vista, y sin prestar atención a madame Noire que estaba a mi lado.

— si, eso veo y verte tan tranquila me pone más nerviosa que verte alterada. Pero no se suele decir, "pierde la calma" estando delante de un convaleciente.

Sin saber que responder a un comentario que solo tenía la intención de molestarme. Preferí ignorarlo, y preguntar por la condición de mi padre.

— ¿Qué ocurrió?

— sufrió uno de sus ataques. ¿Qué más podría ser?

— Su enfermedad nunca lo había dejado así.

— no había llegado a este punto, lo que es diferente.

Otra punzada de dolor atravesó mi corazón y me hizo querer sentarme. Debía permanecer a lado de mi padre, sin embargo, tenía algo más que hacer.

— Necesito ir a buscar a Leonora...

Declare a nadie en realidad, simplemente recordando que la había dejado sola.

— ¿mofletitos?

Preguntó madame Noire poniendo sus manos en sus caderas.

— ¿vas a traer a una niña donde convalece un enfermó?

— Es mi trabajo cuidarla, y es muy callada, no hará ruido.

Dando un largo suspiro, madame negaba con la cabeza.

— no lo digo porque "va hacer ruido" si no porque no le hará bien estar en un ambiente tan lúgubre. ¿Conoce siquiera a Garibaldi? ¿O solo la traerás a ver cómo duerme un anciano?

— debo ir con ella, me necesita.

— entonces ve con ella.

— no quiero dejar a mi padre.

— entonces no dejes a tu padre.

Perdiendo levemente la paciencia, evité alzar la voz, mientras me ponía de pie.

— ¿Por qué me está complicando algo tan sencillo? No hay ninguna elección aquí. Pediré a alguien que vaya a buscar a Leonora mientras me quedo con mi padre.

— entiendo, entonces eliges no ir con ella pese a que dices que te necesita.

Casi levantando la voz, declare exasperada.

— no ponga palabras en mi boca, pude haber ido a buscarla yo misma si no hubiera comenzado esta extraña pantomima.

— ¿Y por qué sigues aquí? ¿Te estoy deteniendo acaso?

— está buscando hacerme enojar, como lo ha hecho desde que tengo memoria. Así que si no va a decir nada importante, cállese de una vez.

Con un gesto indiferente, madame simplemente se paró con las manos en las caderas, y me miró expectante.

Ignorando la, le hice una seña a una sacerdotisa que estaba al otro lado de la habitación para que se acercara.

Cuando estuvo frente a mí, la miré a la cara y le ordené.