Me fue imposible saber cuánto tiempo pasó, pero al despertar, del bosque marchito de mi encuentro con Melandre no quedaba nada, a mi alrededor, solo había un bosque como cualquier otro.
Al contemplar mi mano, pese a que solo le había dado una mordida, pareció ser suficiente para haber devorado el fruto en su totalidad, ya que no había rastro de él, y al mirar mi cuerpo, ya no era un costal de piel y huesos, pero seguía muy lejos de ser una joven.
Guardando el fruto que era el regalo final de Melandre, sabiendo que me podría ser útil en el futuro, levantándome de la fría tierra, me puse a buscar un lugar donde colocar mi habitación portátil.
Horriblemente cansada y debilitada por el pacto, apenas pude colocar mi refugio, entre para descansar ya que estaba más segura en su interior.
Por los siguientes días, apenas salía de mi refugio, y la provisiones que había traído conmigo, estaban empezando a agotarse, pero apenas tuve la oportunidad, me puse a probar la capacidad del fruto de la vida.
Con una pequeña lagartija que logré capturar, la apreté firme en mis manos, e intenté replicar lo que sentía cuando usaba [Carbonizar] pero ahora aplicado a este nuevo poder.
A lado mío de donde estaba sentada, una solitaria ramita salió de la tierra, y un fruto dorado, no más grande que una uva nació.
Abriendo mis manos, de lo que solía ser una lagartija de un brillante verde lima, se había convertido en criatura gris y decrépita, al que la piel se le caía a pedazos, y que a todas luces le quedaban escasos minutos de vida.
Contemplando el pequeño fruto que había obtenido, me dije que una vez más me había hecho con un poder demasiado peligroso.
Con Cenizas aún sin aparecer, y yo aún demasiado cansada como para viajar, seguí experimentando con mi poder y sus implicaciones, hasta que pude establecer las siguientes reglas.
El poder solo funciona con animales, no con plantas. Ya que por más que intente usarlo con árboles o maleza, no obtuve ningún resultado.
Es necesario el contacto directo con la criatura a la que estoy robando la vida, y el proceso es lento. Mientras más grande es la criatura, más tardado es, y si no la tengo inmovilizado, nada le impide escapar.
No estoy segura si es porque solo lo he probado con animales pequeños, pero hay una gran pérdida de años. Incluso al capturar a una ardilla, que a todas luces parecía bastante joven, y siendo animales capaces de vivir 10 - 15 años, el fruto resultante, apenas me rejuveneció.
Para este punto, es difícil saber si esa cantidad de tiempo perdido es algo natural, o es producto del cambio de especie, o debido a que mi propio cuerpo es diferente a una persona ordinaria, sin embargo, no creo tener oportunidad para usarlo con un humano, y para ser honesta, tampoco es algo que haría.
Como punto final, me di cuenta que puedo pagar mis propios años, y guardar mi "juventud" en una de las frutas. De nueva cuenta, no sé si es por ser mi propia vida lo que vuelve a estos frutos "especiales" pero puedo pensar exactamente cuánto años quiero almacenar en cada fruta, y al volver a comerlos, recuperó ese mismo tiempo sin tener alguna pérdida evidente.
Pensando que este proceso debía ser demasiado agotador para mi cuerpo, una vez más, guardaré este poder solo para ocasiones muy específicas, y el día que Cenizas finalmente dio conmigo, debía tener el aspecto de una adolescente de 16 - 17 años.
Con un paquete envuelto en una tela descuida a mis pies, lo tome y volviendo al interior de mi refugio, empecé a interrogar al impresentable que me tuvo quién sabe cuánto tiempo esperando.
-- ¿porque tardaste?
-- ¿has intentado conseguir ropa cuando eres un espectro al que los humanos temen? Las transacciones mercantiles no suelen ser muy fluidas.
ESTÁS LEYENDO
Intentos Infinitos "2"
RandomContinuación de Reencarne como una villana con Intentos Infinitos.
