Cansada por haber permanecido despierta hasta muy tarde. Apenas me acosté en mi cama caí en un sueño tan profundo que tuve que ser despertada por la sacerdotisa que siempre viene a atenderme. Somnolienta, comencé mi rutina diaria, dispuesta a guardar toda la comida que pueda para reemplazar la que perdí.
El día pasó normal por no decir aburrido, estuve apunto de pedir no ir al jardín en pos de poder dormir en mi habitación, pero no quería llamar la atención mostrándome muy cansada. Es por eso que fue una tortura permanecer en un lugar tan aburrido y silencioso como la cámara de reflexión sin dormirme. No fue hasta la hora de ir a la biblioteca que finalmente obtuve un lugar tranquilo donde dormitar un momento. Pero al levantarme, pude ver a un hombre de una larga gabardina negra sentado delante de mí dándome la espalda.
— ¿Descansando los ojos?
Dijo el hombre en tono burlesco que pese a estar sentado de espaldas parecía tener ojos en la nuca.
Mirando a mi alrededor, no vi a nadie más sentado a una distancia donde pudieran escucharnos hablar, y mi guardia encargado estaba más preocupado por qué cartas tenían los sacerdotes en sus respectivas manos.
— ¿No es peligroso vernos así?
Dije mientras sacaba la estatuilla que rápidamente llevó sus manos a sus orejas
Aún dándome la espalda, Cenizas negó con la cabeza.
— no hubiera venido si lo fuera. Siendo físico soy vulnerable, pero también me da ciertos trucos para compensar. Lo más difícil que me he encontrado es entrar y salir de tu habitación sin ser detectado. Si pudieras hacer que pusieran un espejo sería más fácil para mí. ¿No puedes pedir que te den uno?
Aún mirando a mi alrededor, asegurándome de que nadie nos esté vigilando. Chasqueó la lengua y respondo.
— por supuesto, voy a pedir un espejo después de lo que pasó con el último que tuve. Te apuesto a que me lo dan y no es sospechoso ni nada si de repente empieza a oler a tabaco.
Con una tenue risa, Cenizas tomó uno de los libros que había en su mesa. Y paso sus páginas a toda velocidad.
— creo que por ahora este lugar será un buen punto para que nos reunamos. Hay muchas alarmas alrededor de tu habitación, y pese a que puedo saltarlas si simplemente aparezco ahí, necesito un espejo para hacerlo y entiendo que no puedes arriesgarte a que te vean con el fragmento.
— ¿Has averiguado algo? Sigo sin una respuesta tuya sobre si la bóveda secreta de Oronela ha sido abierta o no.
— casi un milenio de historia no se lee en una tarde guapa. Se que llevo más de dos meses en eso pero todavía no puedo negarlo o confirmarlo. He aprendido cosas interesantes, eso es verdad, y los trozos del espejo están guardados en la oficina del arzobispo. Será matar dos pájaros de un tiro cuando intentemos entrar. Pero el problema es que el arzobispo casi nunca abandona su oficina y está está incluso más protegida que tu habitación. De no ser porque puedo usar los fragmentos del espejo para entrar y salir, me sería imposible recopilar información dentro.
— entiendo, y como necesitas usar los fragmentos como puerta no puedes traerlos contigo ¿Verdad?
— básicamente, y sustraer todos los fragmentos a excepción de uno causaría un revuelo incluso mayor que la noche que desapareciste. Se que sonara difícil, pero creo que debemos irrumpir en la oficina del arzobispo el mismo día de nuestra fuga. Si el espejo desaparece, la seguridad aumentará tanto, que un intento de fuga posterior sería imposible.
— prefería que no, el escape ya será complicado por sí mismo como para hacerlo aún más. En todo caso, creo que lo mejor es que te diga mi idea para abrir la bóveda secreta, y que compruebes de primera mano si ha sido abierta, de haber algo, podrás traerlo contigo y así nos ahorramos muchos problemas y tiempo.

ESTÁS LEYENDO
Intentos Infinitos "2"
AcakContinuación de Reencarne como una villana con Intentos Infinitos.