Capítulo 73 "Arruinar todo lo que lo hace feliz"

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Hacer planes en familia para mí ya era extraño, pero ahora que la familia creció, era algo sobrenatural.

Antes de volver a clases, mi padre y Elena, decidieron hacer una parrillada para todos, sería algo como nuestra primera convivencia como hermanos formales o algo muy parecido.

Todo apuntaba al fracaso, pero, aun así, ninguno de nosotros falto, es decir, Daniel y Natalia se presentaron tarde, pero llegaron, aunque no podría quejarme al respecto, pues yo también lo hice.

—¿Apenas llegas? —Dijo Daniel al verme parada frente a la puerta, extrañamente no me sentía del todo cómoda al entrar a casa.

Miro la maleta que tenía en las manos, pues por la noche debía volver a la privada y para hacer las cosas más simples, lo mejor era salir desde aquí, de todas maneras, ya había dejado todo empaquetado en la cabaña para sus próximos días de soledad.

—Supongo que la impuntualidad viene de familia —Bromeé.

Ambos sonrieron al pésimo chiste, y de alguna manera me dieron ánimos a entrar.

La cara de Elena al vernos a los 3 por la puerta fue de alegría pura, no intento abrazarlos o saludarlos con entusiasmo, les dio su espacio, y eso era extraño pues en otras ocasiones los llenaba de amor exagerado.

—Llegaron juntos? —Preguntó mi padre mirándonos a los 3.

—No, nos encontramos en la entrada —Camine hacia Edan que se encontraba asando la carne.

—Creí que no vendrías —Susurró muy bajito.

—No podía dejarte lidiar a ti con todo esto —Dije abrazándolo por la espalda.

—¿Cuándo te iras? —Miro de reojo la maleta que cargaba en las manos.

En realidad, era pequeña, la misma con la que llegue.

—Hoy por la tarde/noche —Conteste de forma automática, no era como si me quisiera quedar, pero me preocupaba llegar a la privada.

—¿Papá te llevara?

—Es el plan.

Me separe de él, pero casi enseguida me volvió a jalar.

—¿Quieres que los acompañe? —Su voz era preocupada, era obvio que este viaje podía ser una oportunidad para mejorar o para arruinarlo todo.

—No, es un viaje largo, estaremos bien —Intente convencerlo, pero parecía que me quería convencer a mí misma.

Con forme pasaban los minutos el ambiente se tornaba más y más extraño, no era cómodo, pero tampoco incomodo, era una mezcla extraña, como si todos intentáramos que funcionara, pero no se sintiera natural por lo que cada uno se enfocaba en una plática.

Elena y mi padre tenían su propio tema, Natalia y Edan que se encargaban de la comida, también estaban en lo suyo y Daniel y yo en lo nuestro, en realidad eran platicas sin mucho sentido.

—Entonces... La receta de la leche con chocolate... —Insistió Daniel, llevaba gran parte de la tarde intentando sacarme la receta.

Me daba un poco de pena decirle que en realidad no existía tal receta, todo este tiempo estuvo esperando algo espectacular, pero era una gran farsa, además de que se perdería toda la magia.

—Si te lo digo no me vas a creer —Sonreí —Es un secreto.

—Ya somos familia, puedes compartirlo conmigo —Hizo ojos de cachorro triste mientras juntaba sus manos.

—Tengo que pensarlo —Seguí jugando —Las generaciones lo han mantenido en secreto.

Se acercó y susurro en mi oído —No le diré a nadie.

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