Capítulo 59 "Red Cup"

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—¿Qué mierda es esto? —Pregunte cruzada brazos, mientras todos arrojaban globos rosas y azules.

—¡Felicidades princesa! —Grito Oscar —Ya dinos que es, ¿Niña o niño? —Burlo.

—¿Qué pasa aquí? —Entro Tristán por la misma puerta que yo, y su rostro me dejaba entender que tampoco sabía nada.

—Miren ya tenemos a la parejita —Interrumpió Cristina, haciendo que la sangre me pesará.

Y lo pensé, podía hacer 2 cosas, vencerme o afrontarlo, y ya estaba cansada de deprimirme.

—Bien, me parece perfecto —Camine hasta quedar sentada en las gradas —¿Que se hace? O ¿Qué tengo que hacer? —Sonreí descarada —Vamos, soy nueva en esto —Nadie decía nada, todos, incluyendo a Tristán se quedaron mudos, no esperaban está reacción.

—Yo... —Intento habar uno de ellos, pero no decía nada.

—Bueno, ya que nadie aquí sabe hacer fiestas, pues la haré yo, pero claro, será a mi modo Me levante —Hoy a las 8, en "Red Cup", quien quiera ir, nos vemos, pasen la voz —Me acerqué a Cristina y Oscar —Deberían ir, podría mostrarles cómo es que hace.

Me giré dejando una salida triunfal, me veía fuerte, pero estaba destrozada por dentro, jamás me sentí tan vacía, tan triste, una lágrima escapó, pero eso no me paró.

—¿Dani? —Murmuro Dante a mis espaldas, probablemente me espero para regresar juntos.

—Dime —Di un intento de sonrisa.

—¿Qué paso? —Cuestiono pues, mis ojos debían de estar hinchados.

—Voy hacer una fiesta —Dije continuando mi camino.

—¿Una fiesta? —Repitió siguiéndome el paso.

—Sí, hoy —Mire mi reloj —En un par de horas.

—Ya, entonces supongo que iras a arreglarte.

—Vamos —Corregí —Tú vienes conmigo —Lo jalé del brazo para acercarlo.

—Eso era obvio —Contesto con confianza.

...

—Hola —Dije al teléfono un poco nerviosa.

Quiubo mamacita —Respondió mi colombiano preferido.

—Necesito un favor —Mi tono era apenado.

Pá la reina lo que sea —Me encantaban sus halagos, siempre me hacían gracia.

—Será que me puedes apartar un reservado en "Red Cup" —Solté sin rodeos, apenas faltaba unas horas.

Claro mi amor, pues con quien cree que está hablando, es más, toda la zona vip, es suya —Su respuesta inmediata me hizo sentir un alivio profundo.

—Dale, muchas gracias.

No se preocupe, en un rato le pasó el código.

—¿Código? —Pregunte confundida.

Sí, mire, cuando usted y los demás lleguen, darán este código, y los dejarán entrar directo a la zona vip.

—De verdad, gracias, me acabas de salvar.

No, que va, no es nada, para mí, es todo un placer.

—Entonces te veo.

Obvio

—Dale —Colgué y me quedé mirando mi teléfono, no sabía si esto estaba bien, pero quizá lo necesitaba.

Me puse un vestido corto y pegado, era un color rojo quemado, unas zapatillas y un chongo alto que, dejaba caer chinos por todos lados, como siempre.

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