Capítulo 13 "Estoy bien"

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(Narrado por Danielle)

Mientras más avanzaba en su relato, más me alejaba de él, y no era por miedo o asco, era el hecho de que todo comenzó a invadirme de golpe, como esas ocasiones que olvidas algo y alguien lo menciona y te ahogas de imágenes bloqueadas por tu cerebro, yo recordaba cada palabra que salía de su boca, pero en mi cabeza siempre quise creer que solo era solo un sueño o que quizá había pasado con Dylan (Mi ex-novio).

Me sentía muy conmocionada, quería llorar, no sabía la razón, una opresión en el pecho me atacaba, mi frecuencia cardíaca era más rápida que nunca y mi garganta estaba irritada, apenas podía tragar saliva, mi cuerpo comienzo a adormilarse, mi vista perdió el enfoque y se nublo, todo se volvió negro y de pronto sólo sentí el golpe del suelo en mi cabeza, alguien gritaba mi nombre con desesperación, pero no pude contestar su llamado.

...

Al abrir los ojos lo único que vi fue a Archi y pude notar el penetrante aroma de alcohol en mi nariz.

—¡Danielle! —Grito él con alivio —¿Estas bien? —Preguntaba mientras me ayudaba a sentarme —¡Mierda! —Dijo mirando al suelo.

—Estoy bien —Comenté dirigiéndome a las personas que estaban alrededor de nosotros.

—¡La ambulancia ya está por llegar! — Grito una camarera desde la entrada del restaurante.

Acto seguido Archi coloco una de sus manos por debajo de mis muslos y otra en mi espalda, me levanto y corrió a la entrada.

No pude parar de ver su rostro preocupado, la forma en la que su mandíbula se tensaba, como apretaba la boca, las líneas entre sus cejas, maldita sea, era muy atractivo.

—Ten, ponlo en tu cabeza —Me dijo una señora dándome una servilleta.

Ya se podían escuchar las sirenas de la ambulancia a la distancia.

—Estoy bien —Insistí, negando con la mano. A lo que ella ignoro y lo coloco en mi nuca.

—¡Ah! —Di un pequeño grito de dolor. Y vi como bajaba un hilo de sangre por el saco rosa de la señora.

Eso altero a Archi de una manera increíble pues apuro su paso que de por sí, ya era rápido —¡¿Dónde está?! —Le pregunto en forma de grito al host.

—Está a doblar la esquina —Respondió él nervioso, notaba como se sobaba sus manos, probablemente nunca nadie se había desmayado en su restaurante.

Todo pasó rápido, me subieron a una ambulancia, aunque según mi criterio, era una completa exageración, no me sentía mal, solo un pequeño dolor en mi cabeza, pero nada preocupante.

El trayecto del restaurante al hospital fue muy estresante, el sonido de las máquinas a mi alrededor y la serie de preguntas que no dejaban de fluir me daba jaqueca, extrañamente lo único que me tranquilizaba, era Archi, su mano apretaba la mía y sus ojos me daban paz de forma que no podía entender, quizá era por el relato o porque era la única cara conocida.

Llegamos al hospital y enseguida me metieron a un cuarto lleno de camillas, las cuales simplemente estaban separadas por cortinas.

Archi se recargo en un banco justo alado de la camilla en donde yo me encontraba sentada, estábamos cara a cara, solo que él tenía la cabeza baja y los brazos cruzados.

—Parece que mataste a alguien —Susurre, pues su suéter tenía una gran mancha de sangre.

Levanto el rostro y sonrió ligeramente, casi imperceptible.

—Yo... —Comenzó a hablar, pero parecía que las palabras no salían de su boca —Yo... me haré responsable... de todo lo que tú decidas que deba hacerlo.

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