Capítulo 63 "Soy Daniel"

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En cuanto subí al auto pude sentir las miradas de todos a mi alrededor, las cejas levantadas, los ojos bien abiertos y las palabras en sus bocas, las cuales no se atrevían a pronunciar ¿Qué pasó?

Mire a Elena la cual se situaba en el copiloto, llevaba un vestido blanco, con una corona dorada, he inmediatamente un recuerdo de mi madre me abordó, eran tan parecidas, y aunque lo negaré eternamente, se veía muy bien. Mi padre con su traje negro y la camisa a juego con Elena daban más en el clavo de la nostalgia. Edan por su parte llevaba un traje vino aterciopelado, eran una familia.

—¿Quieres ir a comer antes de viajar? —Pregunto mi padre con cautela, sus palabras reflejaban miedo a mi reacción.

—¿Por qué están así vestidos? —dije, no tenía mucha curiosidad, pero tenía que despejar mi mente de todo lo que había pasado hoy.

—Nosotros... Nosotros... —Tartamudeaba Elena dirigiendo su vista a mi padre.

—¿Qué pasa? —Recargue mis codos en mis rodillas para inclinarme hacia adelante.

—Nos íbamos a casar —Murmuro mi padre —Íbamos camino al registro cuando hablaste.

No supe que hacer o decir, me quedé inmóvil, miré a Edan esperando una respuesta de su parte, pero ni siquiera respiraba.

—¿Casar? —Murmure intentando entender la situación.

—No lo planeamos... Solo paso... Nosotros... —Tartamudeo mi padre.

—Bien —Fue lo único que dije.

Desde que me quito el auto de mamá, no había tenido mucha conversación con él, apenas nos mandábamos mensajes de "Estoy bien", eso era todo y luego con lo de mi problema para concebir, apenas y nos decíamos "Hola".

No podía culparlo por querer hacer su vida, pero sí que me dolía que no me considerara ni siquiera como invitada.

—¿Quieres comer algo? —Interrumpió Edan poniendo su mano en mi pierna para llamar mi atención.

—No, gracias —Respondí.

Me intente girar de forma brusca para que quitara su mano, pero al hacerlo una mueca de dolor se reflejó en mi rostro y él obviamente no pudo solo ignorarla.

—¿Te duele algo? —Pregunto.

Mi Padre y Elena me vieron por el retrovisor.

—No, solo me caí —Negué con la mano.

—¿Dónde te pegaste? —Pregunto mi padre.

—En la espalda, pero no es nada —Rebatí.

—¿Puedo ver? —La voz melosa de Edan me daba a entender que iba insistir hasta que lo dejara. Me levante un poco la sudadera y le gire para que pudiera ver —Papá, tenemos que ir a un hospital.

Mi padre casi de inmediato se orilló y bajo del carro, abrió mi puerta y me indico que bajara. Obedecí algo extrañada por su reacción, enseguida me giro y levanto un poco mi sudadera.

—¿Cómo te caíste? —Cuestiono.

—Me caí en la cafetería y me golpeé con una mesa.

—¿Tú sola? —Asentí nerviosa ¿Sabía algo? —Vamos ir a que te revisen, ¿Vale?

Sin entender mucho de lo que acaba de pasar, me abrió la puerta del auto y con un movimiento de cabeza me indico que subiera.

Ninguno dijo nada hasta que llegamos al primer hospital que encontramos en el camino, solo mi padre se bajó conmigo y agradecí que así fuera, seria incomodo tenerlos a los 3.

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