Capítulo 19 "Saluda a tu hermano"

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Estoy segura de que casi todas las personas necesitan sentirse deseadas, aunque solo sea por un momento, es algo que nos da vida y por lo menos yo, definitivamente necesitaba esto, necesitaba excitación, adrenalina, estar con alguien, me gustaba disfrutarlo, me encantaba su mirada en mi cuerpo, la forma en la que sus ojos visitaban cada parte.

Cada roce de sus dedos por mi piel hacía que se erizara cada centímetro de mí, él se daba cuenta de eso, y lo explotaba a su 100%, se encargó de quitarme toda la ropa, era hábil haciéndolo, y yo permití que lo hiciera, recorrió con su boca cada espacio, me dejaba pequeños besos por todos lados. Ningún explorador recorrió tanto un lugar como su boca lo hizo por mi cuerpo esa noche.

Se levantó un poco y se quitó la camisa aun estando encima de mí, tenía un cuerpo de admirar, se notaba que se cuidaba, ¡Bendito atletismo!

Al ver mi mirada enseguida tomo mis manos y se las puso en su abdomen. Lo toque marcando cada línea que se podía distinguir a la luz de la luna. El barco se movía en sintonía con el agua.

Se puso de pie y se terminó de desnudar, no podía mas que admirar cada parte de él. Volvió a situarse encima de mí, se acercó a mi cuello y lo beso.

Nuestros cuerpos estaban desnudos, rozándose y a pesar de la intemperie, sentía calor, mucho calor, sus manos navegaban en mí, desde mis muslos, pasando por mis nalgas y parando en mis pechos, pronto se paró en seco, como si hubiera recordado algo.

Lo mire extrañada, sus ojos estaban fijos en mí.

—¿Estas segura? —Murmuró agitado esperando mi respuesta.

No hable, jale su pelo hacia mí y lo bese frenéticamente dejando más que clara la respuesta y él se dejó llevar por sus impulsos más carnales, pero jamás fue brusco y eso me encantaba, tenía sutileza, sabía exactamente que hacía, sus movimientos eran precisos.

La luna era testigo de nosotros.

...

—¡Hey! ¡Despierta morena! Debes mirar esto —Abrí un ojo para observar que pasaba —Abre los 2, ¡Anda!

Me senté y me tallé los ojos para acostumbrarme a la luz.

Al abrirlos exclame —¡Dios!, es precioso.

Estaba frente a nosotros una puesta de sol extraordinaria, los colores en combinación hacían un paisaje ideal, inconscientemente me recargue en el pecho de Archi, y el dejo caer su cabeza en la mía, y paso su brazo por mi espalda desnuda y me abrazo.

—Sí, es precioso —Nos miramos y sonreí, él me regreso la sonrisa y me acerqué para darle un beso, y como siempre, el acorto la distancia. Pude sentir como su boca se curvaba en una sonrisa.

—Aún tenemos cosas que hacer —Dijo cuándo se separó de mí.

—Claro —Sonreí.

—Vámonos entonces —Se levantó y comenzó a vestirse. Yo hice lo mismo, nuestra ropa estaba tirada por todos lados.

El problema se presentó cuando no encontré mi crop-top, lo busqué por todos lados y no había pista de él, estábamos alejados del muelle, por lo que la gente no nos veía, pero ya comenzaba a verse movimiento en algunos barcos.

—Me encanta como te ves en tooples y creo que a ellos también les gustara —Señalo hacia los barcos estacionados en el muelle, los cuales estaban a punto de zarpar.

—No encuentro mi ropa. Dame tu camisa —Estire mi mano.

—No, es mía —Apreto sus brazos a su pecho.

—Dale —Di un brinco con desesperación —Ya están zarpado.

—Déjame ver —Puso la mano en su barbilla como si estuviera resolviendo un gran dilema —¡No!

MorenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora