Perdimos la noción del tiempo, entre las películas, las pláticas, la comida, la convivencia en general. Los 3 chicos eran muy agradables, todo el tiempo reían con bromas tontas y chistes malos.
A esta altura ya me podía dar una buena idea de cómo es cada uno de ellos y qué lugar ocupan en este grupito, por ejemplo, el más tímido es Dante el pelirrojo, le da más al ser tierno, procuraba hablarme, hacerme sentir parte de ellos, mientras que Archi, es el reservado, no le gusta hablar de sus cosas, me percaté que en algunos momentos me veía de forma dudosa, pero cuando se cruzaban nuestras miradas, disimulada enseguida, me hablaba para lo indispensable, por otro lado, que Javi se le da mejor el papel de bufón con una pizca de coqueteo.
Se hizo tarde por lo que Javi se ofreció a llevarnos a la privada, a lo que ninguno de nosotros se negó, pues caminar de noche no era nuestra actividad preferida.
Al llegar parecía una escena sacada de una película de terror, no había ni una sola ráfaga de luz dentro de los departamentos, sólo se distinguía mi carro gracias al reflejo de la luna, reinaba el silencio, uno que otro grillo ambientaba el momento.
—Chicos, buenas noches —Se levantó Jaime de un salto, definitivamente no se esperaba nuestra llegada —Creí que todos se habían marchado, por eso de las vacaciones —Dijo mientras salía del cubículo donde se encontraba.
La situación se tornó completamente incómoda, a lo que todos lo saludamos sonriendo, sin dar gran importancia a el último comentario.
Dan y Archi vivían en el fondo del lado izquierdo, mientras que mí departamento estaba unas casas antes, también del lado izquierdo, por lo que me dejaron en la puerta, esperaron hasta que estuviese dentro para continuar con su recorrido.
El silencio era tan brutal que pude escuchar cómo se habría y se cerraba la puerta de ellos y eso era básicamente imposible.
...
Los días transcurrieron de la misma manera, de la privada a la escuela, de la escuela a casa de Javi, y de casa de Javi a la privada, la misma rutina, aunque la convivencia cada vez era más amena, ya era mucho más fluida la plática con ellos, al principio me costó trabajo pues Javi y Archi son buenos amigos, mientras que Dante y Archi viven juntos, entonces la química que ellos manejaban era muy buena, a veces me sentía extraña pues no siempre compaginábamos en temas, pero justo cuando pasaba eso cualquiera de los 3 me incluía.
Con el que mejor me llevaba era con Javi, pues le daba al coqueto conmigo, a mí me parecía gracioso seguirle el juego. Él nunca saldría con la ex-novia de alguno de sus amigos, era demasiado leal.
—Voy por algo de comer —Anuncio Javi mientras se levantaba del sofá —¿Alguien me acompaña?
—Si quieres voy yo —Dijo Dante sin despegar la vista de la pantalla del teléfono.
—Bien —Ambos salieron de la sala, pero regreso Javi a los pocos segundos —¿Pizza o Tacos?
—Tacos —Dije casi sin dudarlo
—Pizza —Susurró al segundo Archi.
—Yo también quiero pizza —Apareció Dante, el cual seguía pegado al teléfono.
—Supongo que pizza está bien —Sonreí hacia Javi, pues su rostro de incomodidad por decidir el que comprar ya se había hecho presente.
—Pues nos podemos dividir, 2 que se vayan por pizza y 2 por tacos —Javi se encogió de hombros —¿No?
—O pueden solo ir Dante y tú —Contestó Archi.
Los 3 lo miramos y él solo sonrió divertido cubriéndose la boca con la mano.
ESTÁS LEYENDO
Morena
RomanceDanielle Caballero es una chica de preparatoria que desarrolla una vida normal hasta que una bomba comienza problemas y chismes sobre ella, todo lo típico en adolescentes ¿No?