Capítulo 17 "¿Son novios?"

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Es deprimente, esto era deprimente, me sentía como una novia frustrada plantada en el altar, y definitivamente no culpaba a nadie, todos estaban exonerados de este cruel delito. Mis conocidos irían a esa estúpida cena, claro, excepto yo.

Lo único que me quedaba era un bowl lleno de palomitas y una mala pero entretenida película de amor.

Llegaron un par de mensajes de Dylan, hablado sobre lo buena que estaba la cena, y que era una lástima que estuviera enferma, al principio no lo entendí, pero después todo cayó en su lugar, eso lo había dicho mi padre, les había dicho a todos que yo no había ido porque estaba enferma. Me planté la idea de decirle que eso no era verdad y que yo estaba sola en casa, pero no quería que mi padre quedara como mentiroso, por lo que preferí no responder a sus mensajes.

Cuando la película estaba por terminar me di cuenta que seguía arreglada, creo que dentro de mí deseaba que en algún momento alguien tocará la puerta y me invitará a cenar o a pasear, pero como mi vida no es, ni será un cuento de hadas la mejor opción era cambiarme y prepararme para dormir.

Aunque ya me había quitado el vestido, y el peinado había perdido toda su gloria, dude mucho en desmaquillarme, de verdad quería aferrarme a la idea de que saldría, estuve parada frente al espejo unos 15 minutos meditando, pero al final tome una toalla y la pase por mis ojos.

Me acosté en la cama con la mirada hacia el techo, me disponía a dormir, pero el teléfono vibro.

Archi💢

Mañana pasó por ti, tenemos algo pendiente, viste bien, conocerás a mi madre, descansa morena.

¿Morena?, ¿Algo pendiente?, ¿Tu madre?

Iremos a ver a mi hermana,
¿Lo olvidaste?

Obviamente sí, pero no podía decir eso.

—No, claro que no, mañana nos vemos, descansa.

—Descansa morena.

Los nervios me pegaron de golpe, y toda la depresión que había sentido hace unos minutos, se transformó de una manera exagerada, me paré a toda marcha, necesitaba verme bien mañana, no me gustaba dar malas impresiones a las personas. Busque y busque en el armario, algo decente debía de tener.

—Esto quedaría perfecto —Susurre para mí, mientras sacaba un pantalón de rayas negras y blancas, un crop-top negro y unas zapatillas.

—¿Sigues despierta? —Pregunto Edan afuera de mi recamara.

—Sí —Corrí a abrirle la muerta, quería escuchar cómo había estado la cena —Pasa.

Sonrió y camino por mi cuarto —¿Vas a salir? —Se sentó en la cama y señalo la ropa que estaba encima de ella.

—Sí, mañana —También me senté.

—¿Te la pasaste bien? —Su voz era tímida, como si se sintiera avergonzado, su rostro estaba bajo.

—Claro —Tome su hombro, él me miro, sus ojos eran una combinación entre lo triste y lo decepcionado, se sentía culpable —No estuvo nada mal, pude ver películas para adultos —Guiñe un ojo.

Volvió a bajar la cabeza y negó con una sonrisa de boca cerrada.

—Hablo enserio —Insistí —Sabes lo incomodo que es verlas aquí, toda la vida estas tú o papá.

Volvió a mirarme, pero esta vez era diferente, tenía ese brillo jugueton en la mirada.

—Estas loca —Susurro.

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