Capítulo 1 "El comienzo"

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—¡Despierta ya! ¡Llegarás tarde! —Se escuchó al fondo de la habitación la voz de aquella chica rubia de pelo alborotado, estaba sentada en el borde de su cama viéndome con una mirada de desaprobación, sé que quizá la noche anterior no me había comportado como se debía, de hecho, ni siquiera podía recordar en que momento llegue a mi cama, pero creo que después de los exámenes departamentales era justo tomar un descanso. Había tenido una semana con demasiado estrés, y una fiesta era más que necesaria.

—Estoy en eso —Contesté mientras me levantaba de la cama, giré la cabeza para ver el reloj de mesa y efectivamente, ya era tarde. Se suponía que tenía que llegar a mi aula para la revisión a las 8 de la mañana y ya eran 7:40. Di un brinco hacia el ropero y saqué la primera sudadera larga que encontré, me coloque unos shorts y mis típicos Converse blancos.

Me dirigí hacia la entrada tomando una dona de la canasta de pan. Al abrir la puerta escuche a Kharla mi compañera de cuarto deseándome suerte, en realidad no tengo mucho tiempo viviendo con ella, apenas unos meses, pero siempre es buena conmigo, se preocupa y me trata tan bien como le es posible.

Corrí a mi auto, arrojé la mochila al copiloto, y me dispuse a ir a la escuela.

—¡Buenos días Danielle! —Dijo Jaime, el portero de la privada, sonreí y lo saludé con un movimiento de mano, mientras pasaba a un lado de él, pues tenía un bocado de dona en la boca.

Normalmente estoy en contra de utilizar el auto para ir a la preparatoria pues a pie son aproximadamente 10 o 15 minutos, pero ya iba demasiado tarde, no tenía opción.

...

El día transcurrió tranquilo, ya eran las 5 de la tarde y sólo faltaba una revisión para terminar mi quinto semestre de preparatoria, a decir verdad, este semestre fue uno de los más complicados. Mis piernas temblaban un poco por los nervios, no podía parar de morder mi bolígrafo, no quería irme a ningún extra, pues eso significaría que tenía que quedarme más tiempo aquí.

Miraba a mis compañeros y sabía que estaban en la misma sintonía, con excepción de aquel grupo de chicos "Deportistas" básicamente eran los típicos confiados que toda Universidad tiene, no pertenecen todos al mismo deporte, algunos son de natación, otros de atletismo, o de fútbol, y no con esto quiero encasillarlos en el papel de tontos o matones, bueno, no todos, de hecho llegan a ser unas personas muy agradables una vez que los conoces, pero se la viven todo el tiempo entrenando, en juegos o competencias, que apenas les da tiempo de estudiar, a veces ni se presentan a los exámenes.

Yo me hablo bien con algunos de ellos pues mi ex-novio era parte de ese grupito.

—Buenas tardes, jóvenes —Entró mi maestro al aula, era un señor de unos 50 años, muy canoso, y no tan alto, tenía una voz grave y seca, lo conocían por ser el más cruel de todos los profesores, una vez se contó el rumor que reprobó a un chico por mascar chicle en clase —No pienso perder el tiempo con ustedes, a las personas que mencionaré están en extra, los demás se pueden retirar — Mire a mis amigos y pude notar que también se morían de miedo, en ese preciso momento el maestro saco una lista de su portafolio con nombres subrayados y comenzó a leer de forma lenta —Javier Arenas, Dante Esquivel, Archivald Montenegro, Kharen Ruiz y Danielle Caballero, todos los demás se pueden ir —Sentí un nudo en la garganta, pues mi nombre estaba en esa lista. Mi cerebro no reaccionaba, me quedé paralizada.

—Tranquila Dani, el tiempo pasará rápido, cuando menos lo esperes ya estarás comiendo pavo en la comodidad de tu casa —Dijo Kharen, una de las chicas que también tendría que quedarse, noté que tenía los ojos llorosos, supongo que tampoco se lo esperaba. Mire como todos los demás ya estaban saliendo del aula, con mucha felicidad, unos cuantos se despidieron con lastima, deseando felices fiestas y el resto se limitaban a darnos una sonrisa de consolación.

Ya sólo quedábamos 5 alumnos en el salón y un profesor dispuesto a cortar cabezas, nos miró un par de segundos, con una sonrisa de satisfacción, hasta que rompió el silencio.

—No es necesario que les diga que se tiene que hacer, ¿Cierto? Los espero mañana a primera hora en el auditorio —Concluyó mientras guardaba sus cosas, nos miró nuevamente con desprecio y salió evitando cualquier súplica.

Para que comprendan mejor las cosas tengo que explicar que yo vivo a 6 horas de mi Universidad, es por eso que me mudé a la privada, donde viven más estudiantes que vienen de lugares lejanos, cuando tenemos vacaciones es necesario pasar todas las materias para poder regresar a casa a tiempo para los preparativos de Navidad y año nuevo, pero si esto no sucede tienes que ir a asesorías las cuales te ayudarán a presentar de nueva cuenta tu examen, y no es que el examen sea justo el día de Navidad, pero después del examen tenemos que esperar la revisión y normalmente las revisiones son días antes o el mismo día de Navidad, todo depende de que tan cruel sea tu profesor.

A muchos no les preocupa esta situación, pero en mi caso, sabiendo que mi casa queda a 6 horas, que mi madre falleció hace 1 año y medio y que mi padre tomo como refugio su trabajo donde se la pasa 24/7, es necesario que llegue antes para apoyar a mi hermano Edan, pues la muerte de mi mamá aún es algo que no digerimos por completo.

Observe de nueva cuenta a los 4 soldados que estarían conmigo, después de todo pasaríamos mucho tiempo juntos en los próximos días, kharen tenía pérdida la vista en su carpeta, mientras que los 3 hombres hablaban entre ellos, se ponían de acuerdo para algo, uno de ellos noto que los miraba y por instinto gire la cabeza, tome mis cosas y salí del salón.

...

—Entonces... ¿Te fue mal? —Me miro mi compañera de cuarto, mientras yo estaba tirada en la cama con la cabeza hundida en la almohada.

Cuando entre a la recámara note que sus maletas ya estaban hechas, eso significaba que había pasado todas sus materias, por lo tanto, ya se iba.

—Solo serán unos días —Le contesté con una expresión triste en el rostro, estaba apuntó de un mar de lágrimas, no podía creer que tuviera que quedarme.

—No te preocupes, el tiempo pasará rápido —Me dijo mientras me daba un cálido abrazo que definitivamente necesitaba, esto de reprobar o de los extras no es lo mío.

Vimos una película de Disney mientras llegaba la hora de que ella partiera, no quería que se fuera, pero tampoco podía ser tan egoísta para pedirle que se quedara.

...

—Dani, ya me voy, sí —Murmuró Kharla en cuanto terminó la película.

Entendí que en realidad ella podía irse a la hora que quisiera, pero se estaba esperando por mí.

—Sí, ve con cuidado —Contesté mientras nos dábamos un abrazo de despedida.

La acompañé hasta la entrada y la vi irse, muchos de los chicos de la privada también partían por lo que se notaba movimiento, aunque en realidad sólo duró un par de horas, para las 8 de noche el silencio era abrumador y oficialmente ya estaba sola.

Completamente sola.

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