Capítulo 30 "No puedo, Danielle"

107 8 1
                                    

Ya era 1 de enero por la tarde, yo seguía en el hospital, me internaron porque efectivamente el tequila estaba adulterado, Polo me explico un poco la situación, al parecer su proveedor no pudo conseguir el tequila, discutieron, pero de último momento llego con cajas. Dijo que revisaron todo el alcohol, excepto las ultimas en llegar, se confiaron.

Por si se lo preguntan, no, aun no sabía nada de Archi, no contestaba mis llamadas, bueno, en realidad ni siquiera entraba la llamada, me preocupaba que le hubiera pasado algo.

Polo lo sabía, pero era evidente que no me lo diría.

—Seguramente hoy le darán el alta —La enfermera que cambiaba las sábanas me miro con compasión.

—Sí, eso espero —Dude un momento, pero al final cuestione esperando que dijera "Archi" —¿No ha venido nadie a preguntar por mí?

—No, solo el joven colombino, no se ha movido de aquí, se ve que la quiere mucho —Inevitablemente sonreí a tal comentario —¿Es su novio?

—No —Negué casi de inmediato —Es amigo de... un conocido —Mi cara se tornó triste, un extraño sentimiento me dominaba todo el cuerpo.

—Qué forma de empezar el año —Murmuro.

—Sí, lo sé.

—Quiubo Mamacita —Polo entro con su habitual sonrisa a la habitación interrumpiendo nuestra platica, había ido por un café en lo que hacían limpieza.

La enfermera se notaba que estaba interesada en él, pues en cuanto entró ella salió corriendo nerviosa.

—Hola —Dije sin mucho interés, mientras me volvía a recostar en la incómoda cama.

—Ya me dijeron que todo bien, que ya está sanita —Solté una pequeña risita triste —Discúlpeme por todo esto —Se acercó y puso su mano en mi frente, acariciando mi pelo, como si de un cachorro herido se tratara, se sentía culpable, sus ojos lo delataban.

—No, no te preocupes —Hice un movimiento de negación con las manos.

—Hable con el hospital y ya pagaron la cuenta, le dije que eso yo lo haría, es mi deber, yo la metí en todo esto —Camino hacia la entrada del cuarto incomodo, se sobaba las manos una y otra vez.

Sonreí ante la insistencia —No, claro que no, mi padre se encargó, creo que es su deber como padre.

Obviamente mi padre no sabía nada.

Por la mañana, cuando ya estaba mejor, le mande un mensaje a Edan para que me transfiriera lo necesario, le explique cómo estuvieron las cosas y él hizo el pago, sabía que mi hermano tendría el dinero, es una persona ahorradora.

—Pues me dejara recompensar con algo —Me miro con picardía.

—De hecho, si necesito un favor.

Se dibujó una sonrisa de oreja a oreja en su rostro, mientras se acercaba a mí —Estoy a sus órdenes, mi amor.

—Necesito que recojas mis cosas de casa de Archi.

—Claro, si quieres voy de una, para que cuando salga se vaya directito a casa.

—Por favor —Él asintió y salió de la habitación casi corriendo, al parecer si se sentía en deuda conmigo.

Lo más probable era que esa misma noche yo durmiera en casa, estaba molesta con papá por no dejarme pasar el año nuevo juntos como siempre, estaba molesta con Valeria por arruinar mi noche, estaba molesta con Archi por dejarme tirada en un bar y por no comunicarse conmigo, estaba molesta conmigo por estar molesta.

MorenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora