Hoy es el examen prueba, estoy preparada, todo el fin de semana estuve estudiando, no me distraje con nada, ni con nadie, bueno, de vez en cuando me asomaba por la ventana con la ligera esperanza de ver a los chicos, después de todo somos seres sociables y una de nuestras necesidades es interactuar, ¿No?
Me prepare lo suficiente, con suerte el profesor vería que yo no tendría por qué estar aquí y me permita regresar antes a casa, de verdad tenía muchas ganas de ver a mi padre y a mi hermano, el domingo me hablaron para decirme que habría una comida en su trabajo o algo así dentro de 5 días, entonces si regreso ahora podre ir.
Al llegar a la escuela me sentía lista, el profesor ya nos estaba esperando en el auditorio, yo era la última en llegar pues ya todos estaban en sus asientos. Cuando pase al frente para recibir mi examen sentí la mirada de los chicos, y lo comprobé cuando yo también los mire, fue un sentimiento extraño el verlos sentados, ya los extrañaba, digo, pasamos mucho tiempo juntos.
Sonreí a lo que ellos también sonrieron, al parecer no era la única que se sentía así.
Tomé mi lugar comencé mi examen.
...
Realmente venía muy fácil, conocía cada tema, cada resultado de cada pregunta, no estaba nerviosa, fui la primera en entregarlo, estaba muy contenta, jamás me había sentido tan satisfecha con un examen.
Apenas iba llegando a la entrada de la escuela cuando alguien me hablo.
—Por la sonrisa, supongo que te fue bien —La voz era de Dante a mi espalda. Giré y lo vi sin decir una palabra —hoy saldremos por la noche, que te parece si nos acompañas.
Me quedé callada y miré a las personas que estaban a su espalda.
—Podríamos, no sé, volver a empezar —Dijo Archi, sonriendo despreocupado, en verdad tenía una sonrisa muy linda, los hoyuelos se pronunciaban demasiado.
—¿Pasamos por ti a las 8? —Concluyó, Javi con un guiño.
Sonreí y los 3 hicieron lo mismo.
—¿Te acompañamos a casa? —Cuestionó Archi.
—Claro —Me gire para comenzar a caminar.
—Bueno chicos Dante y yo tenemos unas cosillas que hacer —Dijo Javier jalando a Dante de la mochila hacia el lado contrario de nosotros —Los veo al rato, se van con mucho cuidado.
Dante ni siquiera pudo pronunciar una palabra antes de ser llevado a la fuerza.
Archi y yo solo miramos como se alejaban de nosotros.
—Pues... Vámonos —Susurro Archi con cierto jugueteo en la mirada.
Caminamos unos cuantos metros en silencio.
—¿Quieres ir por un café? —Pregunto él señalando con la vista a una cafetería que estaba al cruzar la calle.
—¡Sí! —Respondí de inmediato, no voy a negar que me dio un poco de vergüenza la forma tan rápida y entusiasmada que conteste, pero ya necesitaba socializar con alguien —Digo, si, si, no existe una razón para no ir, ¿No? —En verdad estaba nerviosa.
Archi me miro y puso su mano sobre su boca como cubriendo la carcajada que probablemente quería relucir, pero lo traicionaban los hoyuelos.
—Pues vamos.
Cruzamos la calle y entramos a la cafetería, era demasiado rústica, desde sus paredes hasta sus suelos, todo era muy naturista, nos sentamos en una mesa y enseguida una camarera se acercó a pedir la orden.
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Morena
RomanceDanielle Caballero es una chica de preparatoria que desarrolla una vida normal hasta que una bomba comienza problemas y chismes sobre ella, todo lo típico en adolescentes ¿No?