Capítulo 58 "Niña o niño"

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No sabía exactamente que hacer, pero definitivamente no me quedaría en la escuela, tampoco quería ver a nadie de la privada, incluyendo a Archi, así que camine un par de calles hasta llegar a un cine, compre boletos para 4 funciones diferentes una de tras de otra. Hubiera comprado para una quinta, pero el dinero no alcanzó.

Las películas eran muy buenas, no puse mucha atención, pero por la reacción de la gente a mi alrededor puedo deducir que las disfrutaban, algunos reían y otros lloraban, simplemente era una mezcla de emociones con los espectadores, desde los más pequeños, hasta los más grandes.

Salí como a eso de las 9 de la noche, el clima era frío, me agradecía a mí misma por no quitarme la chamarra de Archi, la privada quedaba relativamente cerca por lo que en unos pocos minutos llegué a ella.

—Hola Jaime —Sonreí al ver a aquel señor canoso abriendo la reja.

—Hola Dani, ¿Cómo te fue hoy? —Me devolvió el saludo de forma natural.

—Fue un día largo —Suspire —¿Y a ti?

—Pues, bien... —Tomo un sobre de su cubículo —Tu padre dejo esto para ti, sólo dijo que era mejor que tú lo conservaras, no entendí a qué se refería —Intento explicar algo incómodo.

—¿Volvió aquí? —Pregunte mirando el sobre con curiosidad, aunque toda se esfumó al ver el logo del hospital de hoy por la mañana.

—Sí, no tiene mucho que se fue, unos 30 minutos quizá —Sonrió —Te estaba esperando o eso parecía.

—Gracias y buenas noches —Me despedí con la mano y continúe caminando.

—Dani —Me detuvo —El joven Archi también la estuvo buscando, le dije que por la mañana salió con su padre, pero se veía algo alterado, debería hablar con él.

—Gracias —Asentí.

Retomé el camino a mi departamento, agradecía que nadie estuviera cerca, entre y solté el sobre en el sofá.

Tome un vaso grande de esos que por lo menos contienen 2 litros, lo llene de leche con mucho chocolate y me tumbe en sillón. Agarre el sobre y saque los papeles. Los leí detenidamente, por lo menos 8 veces, y las palabras no cambiaban, el significado era el mismo.

"Estéril"

Creo que en mis planes presentes jamás fue tener un hijo, se podría decir que ni siquiera lo había pensado en realidad, pero el simple hecho de que te lo negaran, me hacía sentir rota, como si algo en mí no funcionara.

En cuanto desbloquee mi teléfono, miles de llamadas perdidas y mensajes me abordaron. Sólo le mande un "Ya estoy en el departamento" a mi padre y lo volví a dejar tumbado encima de los análisis, no tenía ganas de hablar con nadie.

Subí a la recámara y apenas puse la cabeza en la almohada, me quedé completamente dormida, el día me había quitado toda la energía que tenía.

...

Y como era de esperarse no tenía ganas de levantarme, ni de bañarme, mucho menos de vestirme, pero necesitaba ir a la escuela, tenía que salir, no podía permitirme deprimirme más de lo que ya estaba.

Prendí el agua lo más caliente que se podía para poder relajarme, saqué una sudadera negra con capucha y un pantalón del mismo tono.

Camine hasta la escuela, no me encontré a nadie hasta la entrada, lo cual, en esta situación, me quitaba un peso de encima, apresure el paso con la capucha puesta para pasar desapercibida y lo logre, nadie me miraba, ni yo los miraba a ellos.

Llegué a mi clase y me senté en el lugar más lejano, en una esquina, con la cabeza recargada en la pared. Todos comenzaron a llegar, pero no notaban mi presencia, era como si no existiera.

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