En cuanto llegue al auditorio me di cuenta que tampoco estaban en la asesoría, y quizá era estúpido pensar que estarían aquí, pero una mínima esperanza quería creer que los vería.
Yo sé que en este momento no teníamos la mejor relación, pero esos chicos me preocupaban, no podía evitarlo, mi cerebro no se concentraba en lo que el profesor explicaba, simplemente no podía, en los 2 años que hemos vivido en esa privada, jamás han faltado a dormir según Jaime, y si lo llegaban a hacer le avisaban, algo debió pasar, algo les debió pasar.
—Mañana no podré venir les avisan a los jóvenes, estudian los temas que falta —Dijo el profesor mientras salía del auditorio, estaba tan distraída que no note cuando terminó la clase, ni si quiera recuerdo el tema que acabamos de ver.
—¿Está todo bien? —Kharen se acercó y me toco el hombro, como forma de consolación.
—Sí, bueno, eso creo —Sonreí, no quería ser grosera con ella —Me tengo que ir, pero hablamos luego —Me disculpe y salí del auditorio para correr a la privada.
No pude evitar pensar en situaciones trágicas dentro de mi cabeza, y se perfectamente que se pueden cuidar solos, pero aun así siento esa angustia en el pecho, quizá sólo exagero y deseo en realidad que solo sea una exageración.
—Hola Jaime, sabe algo de los chicos—Mi voz suena agitada, jamás me había sentido tan sofocada, nunca suelo correr, de hecho, lo evitó, y no porque sea floja o algo por lo parecido, sino porque no puedo, tengo asma, y correr hace que la respiración me falte.
—No, aun no llegan —Jaime me contestó preocupado mientras se levantaba para abrir la reja.
—No, no te levantes, voy a volver a salir, de hecho, ya me voy, sólo vine a saber si ya habían regresado, si le llaman o si regresan márqueme, por favor —Él solo asintió con la cabeza.
Y nuevamente comencé a correr, pero está vez mi destino era la casa de Javi. Los nervios me estaban comiendo viva, la situación era crítica, porque si no estaban en casa de Javi, entonces no sabría en donde más buscar.
Toqué la puerta, y esperé unos minutos, no había carros afuera, supuse que no estaban, pero volví a tocar para reafirmar.
—Hola, buscas a Javi —Me abrió su pequeña hermana.
—Hola princesa, si, lo estoy buscando —Conteste con una sonrisa.
—¿Eres su novia? —Preguntó la niña con mucho entusiasmo, sentí como si me atragantara con sus palabras.
—No, linda, sólo somos amigos —Intente ser lo más cordial posible
—Qué raro, es que los amigos no se besan —No puede ser, que todo el mundo se va a enterar de ese beso.
—Es una confusión seguramente, pero me urge encontrar a tu hermano —Le dije de forma insistente, intentando quitar el tema del beso de su mente.
—¡Javi! ¡Te buscan! —Grito la niña con mucha fuerza, tanto que su piel se tornó roja.
—¿Quién? —Dijo él desde la sala, no puedo negar que escuchar su voz me dio un alivio tremendo.
—Tu novia —Reafirmó ella con una risita pícara.
Él camino hacia mí, se veía molesto.
—Ve a tu cuarto princesa —La niña asintió y corrió por las escaleras —¿Qué necesitas? —Su voz era seca, molesta, sin sentimiento, su mirada era trituradora, de verdad estaba enfadado.
—Quería... yo quería... saber si Archi y Dante están aquí —No podía aguantar el peso de su mirada, era tan asfixiante.
—Mira, ya estoy cansado de estos jueguitos tuyos y de Archi, porque no simplemente se dejan de niñerías y hablan de una vez por todas, créeme que la gente a su alrededor se los agradecería.
Lo mire confundida, no sabía de qué hablaba, Archi nunca tuvo un contacto cercano conmigo, aparte quien era él para reclamarme, no tenía ni la confianza para tratarme de esa manera.
—No entiendo a qué va tu comentario, que te lo sepas que está muy fuera de lugar, sólo quiero que me digas si tienes una idea de donde están o donde los puedo encontrar —Me plante retadora, de cuando acá alguien se atreve a reclamarme.
—No, no los he visto desde el sábado temprano, ¿Algo más? —Respondió con fastidio
Negué con la cabeza y él cerró la puerta.
¿Qué diablos se traen estos chicos con las puertas?, ¿No les enseñaron a no azotar?, seguro mi madre ya les habría dado clases de modales.
Camine desanimada a la privada no sabía dónde buscar, me sentía muy preocupada, quería buscarlos bajo tierra.
—Hola Jaime, ¿Ya llegaron? —Pregunté mientras él me abría la reja.
—No, aún nada, estuve llamando, pero están apagados sus teléfonos —Su mirada era triste.
No podía creer que fueran tan egoístas, ni una llamada pudieron hacer o simplemente contestar, eran unos inconscientes, quizá a mí no me tenían por qué dar explicaciones, pero Jaime, pobre Jaime, se veía que no ha podido dormir nada, estaba muy preocupado.
La privada era un cementerio en todo el sentido de la palabra, no existía el ruido. Me ahogaba en mis propios pensamientos, tenía muchas preguntas y ninguna respuesta, no entiendo el por qué no han regresado, ¿Estarán bien?, ¿A qué se refería Javi con lo que dijo sobre Archi?, ¿Dónde estaba la Jeep?, ¿Cómo sabía la hermana de Javi sobre el beso?, ¿Por qué Javi no fue a clase?, ¿Por qué Archi estaba tan molesto conmigo?, mis pensamientos se interrumpieron, cuando alguien llamo a la puerta, me levante del sofá corriendo, quizá eran ellos.
—Hola—Dije mientras abría.
—Hola —Contestó Javi rascándose la cabeza —Sólo quería disculparme, jamás te debí tratar así, es sólo que, no tuve un buen día —Sonaba arrepentido, tenía esos ojos de lamento.
—No te preocupes, pasa —Sonreí e hice un ademán dando entender que entrará.
Después de varias tazas de leche con chocolate me explico muchas de mis dudas, por ejemplo, la Jeep estaba en una comisaría o algo así, la dejaron mal aparcada el día de su borrachera, y una grúa se la llevo, no había ido a clases porque tuvo que hacer unos trámites para sacarla, pero cuando se la entregaron tenía un golpe en el cofre, entonces la llevo a arreglar, es por eso que la Jeep no estaba en su casa.
Su hermana pensaba que éramos novios pues el día que pasó todo eso, ella nos vio desde arriba, básicamente nos estaba espiando, y pudo ver el beso.
El beso lo justifico con la razón de que quería demostrar algo con Archi, eso no lo entendí del todo pues él sabía por qué Archi estaba enojado conmigo, pero se limitó a decir "Tienen mucho que hablar" o "Es complicado".
Javi se fue aproximadamente a las 7 de la noche, aún tenía que ir por su Jeep, dijo que pasaría mañana para saber si ya habían regresado los chicos, aunque por su rostro pude deducir que estaba tan preocupado como yo.
En cuanto cerró la puerta me sentí extraña pues por más que hacia memoria no entendía que me conectaba con Archi, bueno, quitando el hecho que somos vecinos, que nos encontramos en gran parte de las fiestas, que vamos a la misma escuela y que de vez en cuando compartimos clases.
No existía otra conexión, o ¿Si?
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Morena
RomanceDanielle Caballero es una chica de preparatoria que desarrolla una vida normal hasta que una bomba comienza problemas y chismes sobre ella, todo lo típico en adolescentes ¿No?