—¡Danielle! ¡Apúrate! ¡Llegaremos tarde! —Gritaban desde la planta baja de mi casa.
—¡Voy! ¡Ya estoy bajando! —Estuve a nada de tropezarme en las escaleras.
—Rápido Danielle —Dijo mi hermano arrebatando mi maleta para subirla al auto.
—Tranquilo, llegaremos a tiempo —Intenté tranquilizarlo, pero nada parecía funcionar, así que lo seguí a mi auto. Él subió mi maleta y se sentó en el copiloto.
—Se van con mucho cuidado hijos —Dijo mi padre desde la entrada, yo solo sonreí y me subí al carro.
Aún no llevábamos la mejor relación, vaya que, si habíamos mejorado, pero teníamos mucho en que trabajar, las cosas no se resolverían de un segundo a otro, era necesario que ambos pusiéramos de nuestra parte y para eso necesitábamos tiempo.
—Deberías despedirte bien —Susurro Edan quitándome las llaves del auto.
—Creí que ya íbamos tarde —Abrí mi mano para que me las devolviera.
—Dani, prometiste intentarlo —No dije nada, ni siquiera me moví —Esta bien —Dejo las llaves en mi mano.
Lo mire y una sonrisa cálida se formó en su rostro, no me quería obligar a hacerlo, solo quería que yo lo considerara.
Lo pensé un momento, pero al final si me bajé. Pude ver el semblante extrañado de mi padre mientras caminaba hacia él.
—¿Se te olvido algo? —Me preguntó.
No hice caso y seguí avanzando —Cuídate mucho —Deje un beso en su mejilla y regrese al carro tan rápido como pude. Él no dijo nada, y lo agradecí, no quería tener una plática incomoda.
En cuanto me senté arranque, Edan tenía una sonrisa enorme que hacía que mi pecho se calentara de una manera muy especial, es ese sentimiento de que algo puede mejorar, que no importa que tanto sufras, o te la pases mal, siempre habrá un momento que hará que todo valga la pena, y este parecía ser un buen inicio.
Embarcamos camino a la Universidad, el concurso "Un nuevo deportista" se celebraba hoy por la tarde. Y prometí a mi hermano acompañarlo, de una o de otra forma tenía que ir, pues dentro de 2 días regresamos a clases.
Llegando a la Universidad pude notar a muchas caras conocidas, todos estaban sentados en el auditorio esperando a los patrocinadores. Se sentía el nerviosismo en los aspirantes.
—Te veo en un rato —Dijo Edan separándose de mí.
Seguí avanzando hasta encontrar un lugar en la parte trasera del auditorio. A lo lejos pude ver a Javi y Dylan, estaban sentados con el equipo de fútbol, miré hacia los de atletismo para saber si Archi estaba, pero no pude localizarlo.
—¿Qué haces aquí, Dani? —Sonrió Dante al verme, se sentó aún lado de mí, dándome un pequeño beso en la mejilla —No me digas, en realidad nos mentiste y eres una deportista de alto rendimiento.
Negué con la cabeza sonriente por su mal chiste.
—Espera... —Abrió los ojos de par en par —Vienes acompañando a...
—Acompaño a mi hermano —Interrumpí antes de que terminara la frase pues 2 nombres podían salir de su boca y no sabría cuál de los 2 me incomodaría más.
—¿Hermano? ¿Cuál es su rama? —Pregunto intrigado.
—La gimnasia.
—Seguro que lo reclutan, no vinieron muchos gimnastas, este año está muy flojo.
—¿Tú también participas entonces?
—Sí, los contratos son por un año —Hizo una mueca de fastidio —Y no me malinterpretes, son muy buenos, pero exigentes, por cosas muy insignificantes te quitan el apoyo.
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Morena
RomanceDanielle Caballero es una chica de preparatoria que desarrolla una vida normal hasta que una bomba comienza problemas y chismes sobre ella, todo lo típico en adolescentes ¿No?