Cuando abrí mis ojos, estaba dentro de un cuarto, no era mi cuarto, eso seguro, pero me parecía muy familiar, era exactamente como mi recámara, pero no era mi recámara, los cuadros, los colores, las cobijas eran diferentes, me intenté levantar, pero había un peso que recorría mi cintura, una respiración se hacía presente en mi cuello, había alguien acostado en esta cama, conmigo, mi espalda se encontraba con su pecho. Intente levantar el brazo, pero no podía, este cada vez me acercaba más y hacia presión, debo admitir que me dio terror.
—Tranquila, 5 minutos más —Reconocí esa voz al instante, mi corazón comenzó a bombear sangre tan rápido, que los vellos de mi cuerpo se erizaron, me giré en mi propio eje, pero sin quitar los brazos que me rodeaban.
—¡Estas aquí!, ¡Archi, estas aquí! —Le apreté la cara con mis manos y me abalancé, quedando a horcajadas encima de él —Creí que te había pasado algo, estaba tan preocupada por ti, ¿Dónde estabas? —Concluí dándole otro abrazo.
Él se quedó callado por un momento, pero con cierta sonrisa, fue entonces que me di cuenta en la posición que estábamos.
—Vamos a dormir un poco más, te prometo contarte todo, sólo necesito dormir un poco más y... —Hizo una maniobra de forma que él quedo encima de mí, recargo sus brazos alrededor de mi cara y me regalo una sonrisa coqueta, sentía mi respiración a tope, mi pecho se sobresaltaba, mi corazón iba a explotar, nuestras respiraciones se sincronizaron.
Comenzó a acercarse lentamente, la tensión era palpable, no podía descifrar que estaba pasando, se quedó quieto unos segundos, no sabía en realidad que esperaba, era como si me pidiera permiso, de pronto nuestro labios se juntaron, se fundieron juntos, mis manos comenzaron a navegar en su espalda, que hasta ese momento me di cuenta que estaba desnuda, una de sus manos me acariciaba la mejilla, me perdí, mi cabeza no pensaba en nada, simplemente me perdí, cada rose lo sentí necesario, justo, cuando nos separamos para poder respirar, se quitó de encima y se colocó a un lado de mí, apretando su pecho con mi espalda nuevamente, me sentía tan tranquila que me quedé dormida.
...
—¿Estas bien? —Escuche su voz mientras abría los ojos, no fue un sueño, él estaba recargado en el marco de la puerta, en verdad estaba aquí, salte de la cama y corrí para abrazarlo, rodee mis piernas en su cintura, hundiendo mi cabeza en su cuello, él paso sus manos por mis muslos para poder sostenerme, había estado tan preocupada por él, que sólo quería abrazarlo, quería sentirlo, sin mentir estuvimos en esa posición por lo menos unos 5 minutos, ninguno de los 2 decía nada, pero nuestros cuerpos se notaban tranquilos.
—¿Dónde está Dante? —Deje de tensar mis piernas para poder bajar.
—Está preparando algo de comer —Dijo él mientras me bajaba lentamente de su torso —Me enteré que estuviste preocupada por mí —Se inclinó para quedar a mi altura.
—Yo... No... Bueno... Si... Pero estaba preocupada por los 2 —Conteste intentando no tartamudear, aunque había sido un fracaso, había olvidado lo del beso, estaba segura de que mi piel estaba más que roja.
—Si claro, vamos abajo —Concluyó tomándome de la mano para guiarme y ese simple gesto alteró todo mi sistema.
Ya sé lo que están pensando, y exactamente, yo tampoco entiendo nada, absolutamente nada.
—¡Hey! —Dijo Dante mientras se lavaba las manos, yo corrí y lo abracé eufóricamente, sin importarme que me quedarán marcas de agua en la espalda.
El no tardo en regresarme el abrazo, al igual que con Archi el abrazo duro un rato, hasta que recordé todo lo que nos hicieron pasar.
—¿Dónde estaban? —Dije mientras lo soltaba, se me notaba la molestia a kilómetros de distancia, pues el amor que sentía se esfumó.
—Tranquila, que te lo contarán todo —Esa voz era de Javi, también estaba en el departamento y yo no lo había notado, lo saludé con un movimiento de mano y volví a mirar a Dante.
Él enseguida volvió a cocinar, entendí que no me diría nada por lo que lo deje para sentarme a un lado de Javi
—Lo prometido es deuda —Dijo en modo de susurro.
—¿Qué? —Lo mire extrañada.
—Ya lo traje —Hizo un movimiento de cabeza hacia los chicos —El resto depende de ustedes —Está vez sabía exactamente de quien estaba hablando, era Archi.
Sonreí involuntariamente recordando el beso.
—Seguro están hablando de ti —Miré hacia la cocina y pude ver a Dante y Archi hablar sobre algo, aunque no alcanzaba a escuchar de que se trataba. Ambos tenían cara de sorprendidos y extrañamente felices.
Solo sonreí.
Unos minutos más tarde nos sentamos los 4 en la mesa, Dante había preparado omelet con espinacas y jamón, no se veía nada apetitoso, pero la realidad era que sabía muy bueno. Nadie quiso tocar el tema de la desaparición antes del desayuno, pues por lo visto lo que me tenían que contar no sería nada grato. Deseaba que la comida en los planos no se acabará, y ellos pensaban igual pues comían demasiado lento y de forma muy silenciosa.
En cuanto terminamos de comer Archi recogió la mesa y regreso a su lugar. Era como esas escenas de las películas en donde los protagonistas se sientan en una mesa y se miran fijamente hasta que alguien se confiese. El silencio era tan brutal que creo que podía escuchar el sonido de mi corazón.
—Ok —Por fin hablo Dante, se veía nervioso, pero definitivamente no más nervioso que Archi —salimos a las 12 aproximadamente, las chicas de la otra noche —Dijo hacia Javi, pues para lo que ellos les concierne yo no sabía nada de esa noche, aunque la verdad es que yo lo vi y escuche todo —nos invitaron a un bar que queda por aquí cerca, todo iba normal, teníamos pensado regresar a las 4 de la mañana, bueno, ese era el plan, pero las chicas nos invitaron a su departamento —Sentí mi cuerpo arder, no podía estar celosa, nos dimos un beso y ya, era una exageración que me pusiese celosa —aceptamos porque teníamos ganas de... —Se detuvo y miro a Archi, el cual se removía en la silla incómodo —De liarnos con ellas otra vez —"Otra vez" es un descarado, son unos descarados —y bueno después de estar con ellas, salió el plan de irnos a Cancún, al principio no queríamos, pero después de coje...—Se detuvo en seco —Dani, no creo que sea necesario que te enteres de lo demás, ya estamos aquí, eso es lo que importa.
—Continúa —Dijo Javi mirándome, era obvio el por qué lo decía, yo no tendría el valor de pedir una explicación.
—No nos pareció tan mala idea, sólo iríamos una tarde, pero nos la estábamos pasando muy bien, por lo que no nos caía mal la idea de quedarnos un poco más de tiempo, ninguno de los 2 tiene novia y todo pintaba perfecto para esta situación —Me comenzaba a sentir estúpida, mucho, a decir verdad, que creía, que habían ido a jugar canicas —Estábamos tan entretenidos en... —Volvió a mirar a Archi que en esta ocasión sólo se tapaba la cara con las manos —Nos olvidamos de los teléfonos, no íbamos a regresar hasta el lunes, pero Javi movió mar y tierra para encontrarnos, dio con nosotros, y nos trajo de vuelta —Mire a Javi el cual tenía una sonrisa tímida, se preocupaba más por sus amigos de lo que le gustaría admitir —De verdad lo lamentamos mucho, no pensamos que sería tan importante.
—¿Algo más? —logre decir, sentía que si hablaba más me soltaría a llorar.
—No, solo nos dejó en la entrada de la privada y un chico nos abrió, creo que es el hijo de Jaime, él literalmente nos dijo "Los están esperando" y señaló a tu departamento Dani, también nos dijo que la habías pasado algo mal por la preocupación, de verdad lo sentimos —Me miro con cara de perro abandonado como por quinta vez en lo que iba de su relato —En cuando nos acercamos, te vimos durmiendo en la hamaca, Archi te trajo entre sus brazos hasta aquí, tu departamento estaba cerrado y estabas temblando de frio, él se durmió contigo para darte calor.
—Lo siento —hablo por fin Archi.
Yo intentaba procesar todo lo que había escuchado, no sabía exactamente qué decir, mi cerebro no podía formular una frase, simplemente me puse de pie y los miré. Javi tenía los ojos en mí, como si esperará una reacción, Archi tenía recargado sus codos en la mesa y sus manos cubrían su rostro y Dante simplemente me miraba avergonzado.
—Tengo que ir a... los veo luego —Dije mientras caminaba hacia la puerta para salir del apartamento.
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Morena
RomanceDanielle Caballero es una chica de preparatoria que desarrolla una vida normal hasta que una bomba comienza problemas y chismes sobre ella, todo lo típico en adolescentes ¿No?