Capítulo 6

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Jimin estiró su mano a ciegas y tanteó sobre la pequeña mesita de noche al lado de su cama, buscando apagar la molesta alarma que sonaba ruidosamente, interrumpiendo su dulce y pacífico sueño.

Cuando finalmente logró darle, soltó un suspiro de gusto y se volvió a acurrucar escondiendo su brazo bajo las mantas mientras abrazaba la almohada.

Cinco minutos después, su alarma volvió a sonar más ruidosa que antes y el castaño omega gruñó bajito.

—Lo sé, ya sé... —se quejó con voz somnolienta antes de finalmente abrir sus ojos con pereza y sentarse sobre la cama.

Restregando uno de sus ojos, tomó su teléfono celular y apagó la alarma, dejándolo caer en su regazo.

Bostezando suavemente, parpadeó un par de veces mientras observaba a su alrededor, intentando despertar a su cerebro de su descanso merecido, pero que dejó con gusto a poco.

Había estado estudiando hasta tarde antes de finalmente darse un descanso, en parte porque había pasado a su cuaderno las notas que Dahyun le dio a cambio de la grabación y porque necesitaba alejar de su mente a un pelinegro alfa con intrigante aroma a pinos, lluvia y tierra, a tormenta, cuyos ojos azules no querían abandonar su cabeza.

Yoongi había descubierto los hematomas de su cuello, supo inmediatamente que fue lastimado de forma intencionada, le exigió saber quién lo había hecho y... Lo había tocado tan delicadamente.

Antes de que el alfa se fuera del ejército, también había sido así de extraño, a momentos cercanos, y en otros, lejano.

Pero si era sincero, Yoongi siempre lo había cuidado a su manera.

Si alguien se burlaba de él por no tener padres, era Taehyung quien le defendía, pero era Yoongi quien se quedaba a su lado mientras lloraba, no lo abrazaba ni soltaba palabras de consolación, pero solo su presencia calmaba a Jimin, aunque claro, le dolía un poco que en cuanto Taehyung volvía, el alfa desaparecía.

En su mente, el omega creía que a su manera Yoongi también lo defendía, ya que poco después, el mismo chico que lo había molestado, lo evitaba como una peligrosa enfermedad.

Jimin había dudado seriamente que Taehyung hubiera logrado aquello con unos cuantos insultos y golpes descuidados, pero... Nunca preguntó cómo sucedió, aunque muy en el fondo, algo le advertía que había sido causado por Yoongi.

Nunca tuvo las pruebas para confirmarlo, pero el alfa siempre había sido diferente de una forma misteriosa y extraña de la cual su propio hermano Taehyung no parecía darse cuenta, pero Jimin sí.

Él pudo percatarse de los pequeños cambios de Yoongi cuando estaba solo, la forma en que su rostro parecía apagarse, la presión que le rodeaba, el peligro que emanaba y sus ojos fríos, pero intensos.

Cuyos ojos, se mantenían cuando él estaba a su alrededor, siempre silenciosos e intensos que parecían atravesar su alma y poseerlo completamente.

Jimin se había dado cuenta de ello, de esos pequeños cambios porque siempre lo estaba observando.

No era solo intriga por el mayor, no, la forma en que el alfa despertaba su atención no era de amistad y hermandad, era algo más.

Su primer amor, su crush, había sido Min Yoongi, el hermano mayor de su mejor amigo a pesar de que sabía que Yoongi había estado con solo mujeres, y luego de presentarse, con betas independientemente de su sexo.

Cuando Yoongi se había ido, sintió alivio de no tener que verlo con nadie más, aunque también había odiado que se fuera y lo hizo aún más cuando el tiempo pasó y pasó y pronto se hizo evidente que el alfa tampoco visitaría a su familia.

Lost on YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora