Capítulo 14

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Jimin deseaba seguir durmiendo, no queriendo alejarse de aquella paz que sentía ni dejar aquel nido en el cual lograba sentirse tan protegido, pero unos molestos sonidos estaban perturbando su refugio hasta el punto en que fue obligado a abrir sus ojos para comprobar qué estaba sucediendo.

Era algo frustrante, pero nada a lo que no estuviera acostumbrado.

Anteriores veces, también había estado durmiendo placenteramente luego de un largo día de mucho estudio y trabaja cuando un fuerte sonido le había interrumpido, y aunque hubiera puesto una almohada sobre su cabeza, la música de su abuela lograba penetrar hasta su habitación, haciéndole imposible seguir descansado.

Pero cuando abrió sus ojos, no se encontró exactamente en su habitación como había esperado.

Solo contempló un techo blanco con luces en forma de tubos alargados, no había paredes tampoco, solo una cortina azul por todo alrededor suyo que lo encerraba.

Solo bastó un parpadeo un confundido para que su cerebro volviera a trabajar nuevamente, y entonces sus recuerdos volvieron como si le estuvieran dando una bofetada y se estremeció duramente mientras se enderezaba, alerta.

Ni siquiera el dolor que sintió al mover su cuerpo o el ligero mareo ante el repentino movimiento impidió que se sentara en la camilla y alzara sus piernas para abrazarlas, logrando que una chaqueta se deslizara.

Sus ojos se posaron en ella y la observó hasta que unos gruñidos, los mismos que le habían interrumpido de su sueño, volvieron a aparecer junto al parloteo del personal.

Su lobo se agitó, alerta y asustado por lo que estaba ocurriendo afuera.

Sin dudar ni un segundo, tomó la chaqueta de Yoongi y la abrazó con fuerza, buscando algo de consuelo en su aroma.

Cuando las cortinas que le proporcionaban algo de privacidad fueron abiertas, el omega pegó un pequeño brinco y gimoteó asustado observando a la enfermera.

—Todo está bien, solo necesitamos trasladarte junto a otros pacientes a otra habitación —informó regalándole una pequeña sonrisa antes de volver rápidamente su vista al otro extremo de la sala.

Más gruñidos aparecieron junto a cosas siendo arrojadas.

—¿Qu-que está sucediendo? —preguntó con temor.

—Un paciente fue herido por una bala y no está reaccionando bien al dolor —respondió tomando rápidamente una silla con ruedas, dejándola al lado de la camilla.

—Pero... ¿Por qué no intentan darle algo? —expresó observando como la enfermera tiraba las mantas hacia atrás y le ayudaba a bajar de la camilla.

—Lo intentaron, pero es un alfa dominante —anunció—. A ese tipo de personas no les sienta bien perder el control, y a diferencia de un alfa común, son un poco más... Peligrosos —explicó.

Jimin no dijo nada más mientras se sentaba en la silla, era de conocimiento común saber que los alfas dominantes era un tema delicado para tratar.

A diferencia de un alfa normal, los que eran dominante eran tratados como personas extremadamente peligrosas debido a su fuerza e inteligencia, eran personas que estaban un poco más conectados con sus lobos a diferencia de otros.

Incluso se habían hecho estudios donde se comprobó que siete de cada diez alfa dominante eran considerados un psicópata ante la ausencia de sentimientos o emociones comunes, razón por la cual eran muy temidos y estaban bajo estrecha vigilancia.

Jimin no sabía que era lo que sucedía con aquellos alfas dominantes, solo sabía que era muy raro ver de cerca uno y que los padres estaban obligados a registrar a sus hijos si se presentaban como uno, automáticamente colocando una etiqueta de peligro sobre ellos.

Lost on YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora