Capítulo 47

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Min Yoongi contempló los mensajes de sus padres, quienes insistían de forma bastante molesta en verse y hablar, de arreglar las cosas, y él no tenía ningún deseo de hacerlo, por lo que por supuesto que los ignoró.

Sabía que en algún momento tendría que hacerlo o su omega se comenzaría a preguntar al respecto, pensando en cosas bobas alimentadas por sus "relaciones" Previas.

Pero antes de que presentara a Jimin como su omega ante sus padres, deseaba tener un piso firme con su chico, cosa de que sin importar de cuáles fueran las palabras de estos, el menor no le quisiera dejar.

De momento su relación iba bien, ese hermoso omega pelirosa ya era todo suyo gracias a la marca en su cuello, pero la verdad es que tenía una ligera molestia para cuando su rutina volviera a cambiar debido a la universidad.

Más ojos estarían sobre su pareja nuevamente, y probablemente personas entrometidas comenzarían a meter su nariz en sus asuntos.

La abuela del menor era una de ellas, quién ya había comenzado a intentar contactar con Jimin exigiéndole no solo que volviera a limpiar y ordenar la casa, sino que también para pagar las cuentas de la casa y el aparente lujo que se dio entre comidas y ropa mientras su omega no estaba, culpándolo en el proceso por ello.

Afortunadamente, cada vez que esa bruja había llamado al menor, él había estado a su lado para bien, rechazar directamente o burlarse un poco de la molesta mujer.

"¿Tal vez ya debería de deshacerme de ella?" pensó tranquilamente, recargando su espalda en la silla.

Sería un peso menos para su pareja el ya no tener esa molestia, aunque tendría que comenzar a planear muy bien su desaparición, porque Jimin no se tragaría una excusa cualquiera como la del imbécil de Taemin.

—Será algo a largo plazo... —murmuró estrellando sus dedos contra el reposabrazos.

Revisando la hora, se levantó de su silla tras comprobar que ya había transcurrido el tiempo indicado en el cual supuestamente Namjoon volvería a la oficina.

Necesitaba hablar con él respecto a su nueva misión, de lo cual estaba bastante agradecido porque no tenía ningún deseo de volver a cuidar a esa malcriada chica mimada con complejo de grandeza.

Saliendo de su oficina, el alfa dominante se detuvo instintivamente cuando escuchó que otra puerta se cerraba. Al alzar su mirada, contempló con molestia a Hoseok detenerse automáticamente tras reconocerle.

—Y-Yoongi —balbuceo nerviosamente—. No sabía que ya había vuelto —comentó, removiéndose incómodo y observando a su alrededor, como si buscara una vía de escape o alguien que pudiera ser testigo de lo que sea que el alfa quisiera hacerle.

Y hacía muy bien en dudar y ser precavido, porque en ese momento, lo único en lo que podía pensar el alfa era en rodear su cuello con sus manos y terminar lo que había comenzado aquel fin de semana.

—Sí, lo hice hoy mismo —respondió, y cruzó los brazos sobre su pecho.

—¿Me vas a matar? —preguntó el beta, temeroso.

—Quiero hacerlo —asintió fríamente.

Hoseok tragó y se estremeció al contemplar en los ojos del contrario, una cruda y fría verdad.

—¿Lo harás? —preguntó, e instintivamente retrocedió hasta chocar con la puerta de su oficina cuando el contrario avanzó.

—Deberías de considerarte afortunado —anunció, observándole infelizmente—. Si no hubiera sido por mi omega, aquel mismo al que insultaste, intentaste asustar y alejar de mí, si él no me hubiera pedido que te dejara, hace tiempo que no estarías respirando —expresó y tocó su propio cuello dando énfasis de lo que deseaba decir.

Lost on YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora