Lost on You

Capítulo 9

—Gracias por hacer esto —anunció Yoongi mientras se dirigía al estacionamiento con su compañero de trabajo.

—No hay problema, te dije que algo de dinero extra cae bien y comer comida casera no le hace mal a nadie —sonrió el beta.

—No recuerdo mucho a mi madre cocinando, es más bien mi padre al que le gusta cocinar —comentó mientras se detenía frente a una hermosa motocicleta.

—Oh, ¿no tienes un auto? —preguntó nerviosamente Hoseok—. Esos monstruos no son realmente lo mío.

—No, no tengo auto —anuncio—. Si quieres vamos en el tuyo, no me importa —se encogió de hombros.

—Gracias —pronunció dirigiéndose a su propio vehículo—. Sé que no debería de temerle a una motocicleta, pero algunos compañeros tuvieron un accidente en ella y desde entonces no me ha gustado —expresó.

—¿Choque o explosivo?

—Explosivo —respondió, deteniéndose frente a su auto—. Maneja tú, no sé la dirección —expresó, lanzándole las llaves—. Espero que la comida de tu padre sea deliciosa —retomó—. Hace tiempo que no como algo hecho en casa.

—Es buen cocinero para ser alfa —asintió, abriendo la puerta del auto.

—Bueno, hoy en día los alfas están mostrando que pueden hacer otras cosas y tener todo tipo de trabajo, no solo el estereotipado —indicó, subiéndose a su auto.

—Sí, pero algunos idiotas, por no decir en su mayoría, siguen tratando mal a los omega pensando que son sus esclavos —resopló y su mente inmediatamente viajó en su nueva presa, Lee Taemin.

De solo pensar en ese idiota se volvía a enfurecer como aquella tarde fuera de la cafetería.

Una lástima que su caza por el imbécil no estaba dando los frutos que esperaba y el deseo de poner sus manos y armas en ese cuerpo le estaba golpeando duro.

Con lo que le había dicho, no dudaba que pronto actuaría estúpidamente y quería evitarlo de ser posible.

Colocándose su cinturón de seguridad, observó a Hoseok.

—¿Puedes investigar desde tu teléfono? —preguntó.

—Hasta la pregunta ofende —expresó, sacando su teléfono celular—. Dispara, ¿qué quieres investigar?

—Lee Taemin, va a la universidad de Seúl —anunció, dando marcha al auto.

—De acuerdo —asintió, comenzando a buscar en su celular mientras el alfa conducía saliendo del estacionamiento del edificio—. Bueno, Lee Taemin es un alfa de veinticinco años. Va a la universidad de Seúl y estudia administración de empresa, es el capitán del equipo de baloncesto, está en una relación con la capitana de las porristas, Yu-Na, y por lo que se comenta, es un sunbae muy amable y querido por todos —anunció y Yoongi chasqueó su lengua con ello—. Su padre es Lee Jae-Chan, un alfa que dirige una empresa importante de transporte dentro y fuera del país, su madre murió cuando era joven y tiene más dinero de lo que podría soñar en mi vida —terminó—. ¿Te sirvió de algo?

—No —gruñó el alfa, sin poder contenerse—. Básicamente, todo lo que me dijiste es lo que ya sabía, necesito saber de sus trapos sucios —explicó.

Los necesitaba para crear una pantalla para el día que desapareciera del planeta.

—Ah, entonces necesito mi computador que tiene mis programas —suspiro el beta, bajando su teléfono—. Generalmente, los trapos sucios de la gente no sale a menos que escarbe muy profundamente en su basura —explicó—. ¿Por qué tienes interés en él de todas formas? —preguntó curioso.