Capítulo 74

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—Minnie-ah, tu alfa está aquí —anunció Jungkook en cuanto se fijó en la persona que entraba con campanita sonando sobre la puerta avisando de ello.

Alzando su cabeza, una sonrisa instantánea creció en el rostro del pelirosa omega al contemplar a su pareja.

—Yoonie —exclamó, rápidamente saliendo detrás del mesón para ir con su pareja, casi saltando a sus brazos.

—Han sido unas largas horas sin ti, nene —expresó el alfa dominante, estrechándolo con fuerza entre sus brazos.

—Lo sé, te eché terriblemente de menos —pronunció, empujando su rostro en el cuello del mayor para aspirar profundamente su aroma.

Después de pasar cuatro días juntos, anhelaba volver a sentir el aroma de su alfa en todo su esplendor, pero a la vez comprendía por qué Yoongi no podía liberarlo completamente, sería demasiado obvio para los demás la verdadera esencia de su pareja con ello.

—Agh, son tan cursis —negó Taehyung, y luego observó a su pareja—. ¿Cierto, mi dulce corazón?

—Idiota —gruñó el omega dominante, espantando suavemente aquella mano que viajó a su trasero al pasar cerca con un pedido.

—Uh, lo siento —pronunció Jimin, apenado al haber olvidado donde se encontraba e inmediatamente intentó apartarse.

—Sabes que yo soy peor que tú, cariño —le recordó el alfa, abrazándolo con más fuerza, sin permitirle apartarse.

Recuperando su sonrisa, el pelirosa omega se volvió a acurrucar contra su alfa.

—¿Ya te has tomado tu descanso? —pregunto, avanzando mientras su pareja retrocedía sin querer soltarlo.

—Si —respondió, con un puchero—. Hoy ha sido un día agitado —explicó—. Pero ahora todo está tranquilo, por lo que me puedo tomar unos minutos —prometió tras comprobarlo.

Tomando asiento en una de las mesas desocupadas, Yoongi tiró de su chico para que se sentara en su regazo.

—¿Cómo has estado hoy? —pregunto, besando la sien de su omega mientras una de sus manos se adueñaba de su nuca, donde comenzó a mover sus dedos para acariciar su cabello.

—Ansioso —respondió con un suspiro—. Perseguido también, a dónde sea que miraba, me imaginaba a mi tío estando ahí, observándome —contó, relajándose contra él.

—Lo sé, aunque no quisieras proyectármelo, esos sentimientos fueron hacia mí fácilmente —comentó.

—Oh, mierda, lo siento, no fue mi intención, yo...

—Shh, está bien —calló Yoongi, ejerciendo presión en su nuca para mantenerlo en su lugar—. He entrenado lo suficiente como para poder controlar mi comportamiento sin importar mis emociones, o las tuyas —le recordó en tono bajo, para que solo él lo oyera.

—Aun así... —le observó con sus labios torcidos.

—Está bien, me siento mucho mejor con nuestros sentimientos fluyendo libremente, es como si estuvieras conmigo siempre —aseguró—. Y tiene sus puntos buenos, ya que sabremos inmediatamente si el otro no se encuentra bien —le sonrió.

—¿En serio está bien? —dudó, pero el mayor asintió y le besó castamente en respuesta—. Puedo decir lo mismo entonces —dijo más tranquilo—. A diferencia de mí, no siento que envías tus emociones por equivocación o sin darte cuenta, pero ni siquiera necesito hacer mucho esfuerzo para sentirlos si quiero hacerlo —expresó alegremente.

—Tal vez si te hubiera ido a buscar a la universidad, no habrías estado tan ansioso todo este tiempo —expresó pensativo.

—Está bien —aseguró inmediatamente el menor—. Tienes trabajo, no puedes distraerte y dejarlo por algo como esto.

Lost on YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora