Capítulo 29

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Friendo algo de tocino en lo que el arroz estaba listo, Yoongi observaba fijamente el sartén mientras en su mente reiteraba la reciente conversación que había tenido con Jimin.

Las cosas habían avanzado un poco finalmente tras contarle sobre él. Y como había esperado, su chico no se había asustado en ningún momento, solo escuchó pacientemente.

Y aunque estaba internamente feliz, sabía que la conversación tenía que seguir y debía de pensar bien en sus palabras para no arruinarlo todo.

Saber que Jimin también se sentía atraído por él desde hacía tiempo, era un bonus extra que no había considerado, pero que por supuesto lo tomaría como la ventaja que era.

Cuando el tocino estuvo listo, el alfa tomó cuatro huevos y los echo también en la sartén, provocando que el chispeante sonido del aceite caliente volviera.

—Hyung —llamó aquella dulce voz a su espalda.

Alzando su cabeza, miró sobre su hombro y contempló al pelirosa omega parado en la sala de estar, al lado de los sofás.

Su chico vestía una de sus camisetas que lograba cubrir hasta su trasero, dejando expuesto sus increíbles muslos de aspecto suave, pero debajo de la camiseta, podía ver el borde de unos bóxers.

—Esto fue lo único que me quedó bien —murmuró, sus manos aferrándose al borde su camiseta negra.

—Está bien, después podemos conseguirte algo de ropa —pronunció volviendo su atención al sartén.

—Tengo un cambio en mi mochila, uno normal —anunció sonrojándose.

Una esquina de los labios de Yoongi se alzó al escuchar aquello.

Teniendo ropa, Jimin había querido usar las suyas, eso era algo bueno, ¿no?

—¿Puedo ayudar en algo? —preguntó.

—Puedes colocar la mesa, solo me falta calentar un poco el Kimchi y que el arroz esté listo —respondió.

—Puedo hacer eso —asintió el omega, y con pasos silenciosos por sus pies desnudos, cruzó la habitación.

—Ahí están los platos junto a los vasos, el servicio está en ese cajón y en el refrigerador hay bebida o zumo —indicó el alfa, señalando los lugares.

Siguiendo las indicaciones, el menor comenzó por sacar los platos y dejarlos sobre la mesa. Tomando los vasos, mordió su labio inferior contemplando la desnuda espalda del alfa y arrojó un suspiro.

—Hyung... ¿Puedo preguntarte algo?

—Pregunta —asintió, apagando la cocina una vez todo estuvo listo.

Dándose media vuelta, cruzó los brazos sobre su pecho y le observó con atención.

Tragando, Jimin observó los vasos que dejaba sobre la mesa, ya que admirar al contrario vistiendo solo unos pantalones sueltos a la cadera, exponiendo todo su torso trabajado y su tatuaje, le distraía un poco.

—Dijiste que eras un alfa dominante...

—Lo soy —asintió, tranquilamente.

—Sé que me dijiste que eras un poco diferente a lo que las estadísticas dicen, pero... Todos los alfas dominantes tienen como esa aura o presencia que intimida, ¿por qué tú no la tienes? —preguntó, robándole una miradita.

—No es que ellos tengan una aura intimidante —corrigió—. Solo tenemos una presencia más notoria que la de los demás y son las feromonas en nuestro aroma, lo que les intimida —explicó.

Lost on YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora