Capítulo 27

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En un oscuro callejón, apoyado en un muro de ladrillos, el alfa Min Yoongi se ocultaba parcialmente en la oscuridad mientras contemplaba la fresca noche de un sábado en todo su esplendor.

Estando en un sector lleno de diferentes tipos de clubes y bares, el alfa Min tenía su completa atención únicamente en el que estaba cruzando la calle con una pequeña fila y las puertas siendo custodiadas por dos hombres musculosos.

Revisando la hora en su celular, el alfa dominante chasqueó su lengua al ver que apenas era la una de la madrugada, todavía faltaban unas buenas tres horas para que su omega saliera de su trabajo.

Pero eso no importaba mucho en ese momento, después de todo, era el día finalmente.

Desde lejos, había presenciado con cierta molestia presionando en su pecho como los días pasaban y su omega se hundía con el cansancio y la desesperación.

Más de una vez estuvo tentado a interrumpir en su día y ofrecer su mano, pero se había detenido a sí mismo, sabiendo que no era el momento correcto.

Pero ya no más, por fin podría ir a reclamar a su omega y enjaularlo entre sus brazos de donde nunca más saldría, donde sería protegido, cuidado, amado y adorado.

Metiendo las manos en los bolsillos de su chaqueta, bufó al contemplar el auto de Taemin deteniéndose frente al bar donde trabajaba su chico, pero en vez de bajarse el estúpido alfa, tres de sus amigos bajaron.

Sacando su teléfono, marcó el número de Namjoon y llevó el aparato contra su oído sin quitarle la atención al auto y como Taemin intercambiaba unas palabras con sus amigos.

Algunos idiotas simplemente no entendían.

—¿Qué necesitas? —preguntó su amigo tras contestar.

—¿Cuándo tienes un día libre? —cuestionó—. La basura de Taemin ya no tendrá más función luego de hoy y no lo quiero rondando cerca de mi omega —expresó tranquilamente.

—Uh, ¿de qué modo vas a lidiar con esto?

—Un susto no sirve con ese imbécil —respondió observando como el auto partía y los tres hombres entraban al bar ignorando la fila tras darle dinero al guardia—. Matarlo es más fácil —anunció.

Dame un par de días —respondió luego de unos segundos—. Necesito buscar el lugar correcto y que Hoseok destierre toda su basura para armar un plan que explique su desaparición de este mundo —expresó.

—Suena bien —aceptó—. Por cierto, no sé si el lunes iré a trabajar —informó.

—¿Ya es momento de ir por tu chico? —preguntó y Yoongi sintió la sonrisa de su amigo en su tono.

—Sí, ya es hora —sonrió ladino—. Y si tengo algo de suerte, pronto lo estaré reclamando también.

No te adelante ahora que estás tan cerca de tomarlo —aconsejó su amigo—. Sigue manteniendo las cosas con calma, de todos modos, será tuyo al final —expresó.

—Lo tendré en cuenta —respondió—. Me tengo que ir, debo vigilar a Jimin de cerca para llegar en el momento justo —indicó.

Está bien, suerte —se despidió su amigo.

Cortando la llamada, el alfa salió del callejón para ser inmediatamente abordado por una joven mujer con escasa ropa.

—¿Quieres volver al callejón? Como eres guapo te cobraré menos —ronroneó tocando su pecho descaradamente.

Lost on YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora