Capítulo 66

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Cuando Yoongi abrió la puerta de su departamento, su mal presentimiento solo empeoró al percibir el aroma de su omega mezclado con sus sentimientos, creando una esencia ligeramente agria que hizo que su lobo arrugara su nariz.

Cerrando la puerta, se quitó los zapatos y dejó sus pertenencias en el suelo cerca de la entrada.

Sus ojos que buscaban a su pareja, inmediatamente se posaron sobre el durmiente omega pelinegro descansando en su sofá, con una manta cubriendo su cuerpo.

—Pensé que estarías llegando antes de tiempo —anunció Namjoon, apareciendo desde su cocina con dos tazas de café en sus manos.

—¿Qué está ocurriendo? —preguntó, recibiendo la taza.

Su amigo suspiró y señaló los sofás.

—Tomemos asiento, tengo algunas cosas que contarte que no serán de tu agrado —anunció.

—¿Tú crees? —pronunció con cierto tono burlesco e irónico mientras seguía su consejo.

Dirigiéndose al sofá, sus ojos se posaron sobre el pasillo que lo llevaba a su habitación, donde sabía que su pareja estaba en el interior por la concentración de su aroma.

—¿Qué le ocurrió a Jimin? —cuestionó tomando asiento en un sofá individual.

Tomando asiento al lado de su pareja, Namjoon subió las mantas para cubrir más a SeokJin y luego descansó una mano sobre el sedoso cabello negro.

—Comencemos por lo primero, ¿terminaste el trabajo? —cuestionó, observándolo.

—No estaría aquí de ser el caso —respondió con cierta molestia.

—Me refiero a si lo terminaste con éxito —aclaró.

Yoongi arqueó sus labios hacia abajo en desagrado, pero aún así asintió.

—Eliminé la amenaza y mi cliente está a salvo —respondió.

—¿Algún daño en el proceso? —cuestionó.

—Está vivo —anunció simplemente—. Y ya no hay ninguna amenaza que atente contra su vida, que era lo que exigió cuando nos contrató.

—Quiero saber el nivel de daños —ordenó duramente.

—Sigue vivo —repitió, pero no dio más detalles—. Ahora, dime que fue lo que le sucedió a mi omega para que tenga todo el departamento invadido con ese aroma desagradable —exigió.

Soltando un suspiro mientras negaba con su cabeza, el alfa mayor observó los documentos esparcidos en la mesa de centro entre ambos.

—Una persona ha estado acosando a tu chico —anunció.

Y con tan solo esas palabras, todos los músculos del cuerpo de Min se relajaron mientras cada sentimiento desaparecía de su rostro, dándole una apariencia aterradoramente malvada.

—¿Quién se atrevió a tocarle? —cuestionó, con un tono de voz bajo y mortal.

—Nadie, aún —respondió y bebió un trago de su café—. Y antes de que lo asumas, no fue este chico que está detrás de él —anunció—. Lo investigué, y está tan limpio como aparenta.

—¿Quién sería tan estúpido para seguirlo aún con mi aroma encima y mi marca? —cuestionó, irritado.

—Tu chico tuvo una idea al respecto, y aproveché mientras mi pareja tenía una noche de omegas con él para investigar —expresó, y su mirada viajó hacia su amado, quién seguía durmiendo profundamente luego de acompañarle hasta tan tarde en la madrugada.

Lost on YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora