Capítulo 63

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Terminando su llamada con su alfa, Jimin volvió a entrar a la casa de los señores Min con una dulce sonrisa entre sus labios que antes no había estado.

A pesar de que su pareja le había advertido no poder estar muy comunicativo debido al trabajo, cada tiempito libre que Yoongi había encontrado, lo usó para responder sus mensajes o para una llamada rápida que calentaba el corazón del joven omega.

Era un poquito difícil extrañarlo cuando su pareja seguía igual de atento hacia él a pesar de la distancia que los separaba en ese momento.

Entrando al comedor vacío, el pelirosa omega juntó todos los platos que quedaban en la mesa y los llevó a la cocina, donde la madre de Taehyung ya se encontraba lavando todos los utensilios sucios.

—Pareces mucho más feliz en este momento —indicó al verle—. ¿Quién te llamaba? ¿Tu abuela? —indagó con una pequeña sonrisa.

—Uh, no —respondió y dejó los platos sobre el mueble—. Perdí todo con tacto con ella luego de mudarme con Yoongi hyung —reveló.

—¿En serio? Pero ella es tu única familia, creía que al menos intentaría hacer el intento de contactarte —expresó con reproche.

—Oh, pero sí lo ha hecho —dijo con una sonrisa amarga—. Pero cada mensaje o llamada, solo ha sido para exigirme dinero, decirme palabrotas o usar chantaje emocional para que vuelva a hacer todos los que hacerse de la casa como antes —explicó—. Es por eso que al final Hyung me regaló un teléfono con un número nuevo, así ella no me molestaba más.

—Que considerado de su parte, pero debiste de haber perdido muchos números, ¿no? —le observó.

—Nop, los más importantes y que me interesan siguen conmigo —aseguró.

—Entonces, asumo que esa llamada se trataba de mi hijo, pensé que vendría contigo a cenar hoy —comentó—. Supongo que aún está algo enojado con nosotros —torció sus labios.

—No es eso, él está trabajando y lamentablemente estará afuera por unos cuatro días —suspiró de solo pensarlo—. Se fue hoy, pero ya lo extraño mucho.

—Estoy segura de que él te debe de estar extrañando de igual forma —consoló con una pequeña sonrisa cariñosa—. Por algo la llamada.

—Sí, lo sé, ha tomado cada tiempo libre para hablarme —sonrió observando el suelo con aire enamorado—. ¿Puedo ayudarla en algo? —la observó—. Me imagino que los chicos han subido desde que no están en el comedor y el señor JiSub no está.

—Tiene un caso importante y está trabajando en ello en su despacho —explicó y señaló a su costado—. ¿Puedes ir guardando esos? Ya están limpios —señaló.

—Por supuesto —asintió y se movió inmediatamente siguiendo el pedido.

Mientras Jimin guardaba los vasos y utensilios, se percató de la mirada de la señora Min sobre él.

Y el pelirosa omega conocía muy bien aquella mirada como para no reconocerla, después de todo, más de una vez la señora Min había actuado como su psicóloga con el tema de su abuela.

—¿Eso es algo que no puede evitar? —preguntó.

—¿Qué cosa? —preguntó fingiendo no saber.

—Estudiar a otros —respondió—. Como psicóloga debe de estar analizando constantemente todos los que le rodean, ¿no? —expresó sin verla.

—Es una parte de ti que no puedes evitar —aceptó—. Especialmente cuando uno de tus hijos no es normal —anuncio simplemente.

Jimin la observó, pero no preguntó al respecto.

Lost on YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora