Cuando la alarma de su teléfono sonó, Jimin inmediatamente dejó de estudiar y observó su celular.
Apagando la alarma, se dio vuelta y contempló a su pareja descansar recostado en el sofá detrás de él.
—Ni se te ocurra, Hyung —advirtió el pelirosa omega cuando observó aquellos ojos azules aparecer tras despertar.
—Estás estudiando, puedo ir yo por mis medicamentos —argumentó el mayor, observándole.
Soltando un resoplido que solo lo hizo verse adorable ante los ojos de su alfa, Jimin se levantó en sus rodillas y se inclinó sobre su pareja.
—Ya ganaste quedándote durmiendo en el sofá en vez de ir a la cama como te dije, no te moverás innecesariamente cuando yo estoy aquí para cuidarte —expresó besando castamente sus labios—. Déjame cuidar de ti como tú siempre haces conmigo —pidió, esta vez haciéndole ojitos.
—Pero nene, tú también estás herido —le recordó, tomando con cuidado el brazo que se encontraba vendado.
Aunque los hematomas ya casi habían desaparecido del cuerpo de Jimin, la verdad era que el omega seguía con un poco de dolor productos de estos, sin contar que la herida en su brazo había requerido puntos, al igual que la herida del alfa a su costado.
—Sí, pero a diferencia de ti, yo no tuve una infección por no cuidar bien de mi herida —resopló el menor, observando a su pareja besar en el interior de su muñeca.
—Solo fue una pequeña infección.
—Solo nos fuimos del hospital porque no te quisiste quedar más tiempo —refunfuñó.
Sonriendo, el alfa dominante se enderezó levemente y besó aquellos rellenos labios suaves.
—Ya estoy mejor gracias a mi hermoso enfermero —expresó y apreció satisfecho ese bonito sonrojo de su pareja—. ¿Por qué no vamos a la cama y nos recostamos un poco? Llevas días sin dejarme besarte como ambos deseamos, sin poder tocarte como tanto añoro.
—No, no, no, no, no. —rechazó Jimin, colocando sus manos sobre la boca de su alfa—. No haremos nada de eso hasta que el doctor diga que te puedes mover adecuadamente, así que no seas malo y no me tientes así, ¿bien? —pidió—. ¿Por favor? —rogó cuando su alfa solo le observó besando sus manos—. No seas malo, alfa —se quejó el pelirosa omega cuando su pareja liberó un poco de su aroma y le envió destellos de su deseo a través de su lazo.
Soltando una ligera risa ante la bonita expresión desesperada de su omega, Yoongi finalmente se detuvo y tiró de él para otro beso.
—Está bien, me detendré —prometió besando la comisura de sus labios—. Es bueno saber que me sigues deseando a pesar de todo —confeso.
—Alfa tontito —pronunció el omega, capturando el rostro de su pareja con ambas manos—. Te dije que todo está bien entre nosotros y lo dije en serio —prometió restregando sus narices.
—Has estado distraído y sé que estás teniendo pesadillas —argumentó.
—Sí, pero eso no es por ti —anunció y observó su teléfono cuando la segunda alarma que había colocado sonó—. Voy por tu medicamento y vuelvo —prometió besándolo por última vez antes de levantarse.
Observando a su omega alejarse hacia la cocina, Yoongi se sentó y se concentró en su lazo, pero al igual que las veces anteriores, realmente parecía que ninguno de los sentimientos de su pareja hacia él había cambiado, y por el contrario, solo parecieron haber aumentado desde aquel día.
Incorporándose hasta tomar asiento, Yoongi recargó su espalda en el respaldar del sofá y alzó su camiseta para contemplar el gran parche que tenía por su costado, justo sobre su herida.
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Lost on You
FanfictionTras una racha de mala suerte en el amor, ya sea con su familia o con los alfas, Park Jimin está por rendirse en encontrar el verdadero amor y tal vez solo conformarse con lo que le toque cuando su primer amor y crush de toda la vida, llega en escen...