Capítulo 65

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—No importa cuantas veces venga, me sigue sorprendiendo lo bien que se ve interiormente a pesar de que por fuera se vea algo pequeño —comentó Taehyung, observando el lobby.

—Yoonie me hizo un pequeño recorrido y... Realmente es sorprendente todo lo que hay en estos tres pisos —respondió el pelirosa omega.

—El jefe Kim le puede recibir en este momento —anunció la recepcionista luego de unos minutos en los que se tardó en consultar.

—¿Tiene que subir él solo o puedo acompañarlo? —preguntó Taehyung, ignorando la mirada de su amigo.

—Pueden subir los dos, le informé que el joven Park no venía solo —les sonrió amablemente.

—Muchas gracias, y lamento cualquier molestia que pudimos haber causado al venir sin avisar ni una cita previa —expresó Jimin, un poco apenado.

—Está bien, encanto —le guiñó un ojo—. El señor Min ya había dejado su permiso para que pudiera subir sin una cita cuando quisieras, pero como estabas buscando al jefe, tenía que avisar —explicó.

—Muchas gracias, yo me retiraré tan pronto como deje en buenas manos a mi amigo —prometió el beta, empujando al pelirosa omega para que avanzara al ascensor.

La amable omega se rio bajito y asintió permitiendo a ambos amigos avanzar.

—Siento que eres una persona muy importante si puedes llegar y entrar aun si no tienes una cita —comentó Taehyung una vez las doble puertas se cerraron frente a ellos.

—Ambos sabemos que es solo por Yoonie —sonrió suavecito, todo enamorado.

—Y eso que ni siquiera es el jefe —le recordó divertido el beta.

Cuando las puertas se abrieron ante ellos, Taehyung siguió a su amigo por el pasillo.

—Esa es la oficina de Yoongi —indicó Jimin, señalando una puerta a su costado mientras seguían de largo.

—No pensé que tendría su propia oficina —comentó y observó a su alrededor—. Parece haber otras oficinas más.

—Hay una sala de juntas, una cocina, un comedor, una sala de espera, un gimnasio y hasta un cuarto de armas —contó orgulloso.

—¿Un cuarto de armas? —silbó—. Parece que realmente están bien equipados —sonrió deteniéndose cuando su amigo lo hizo—. ¿Y la oficina del tal Namjoon? —preguntó.

—Uh... Era por aquí —observó a su alrededor—. Esa, si no me equivoco —señalo la última puerta.

—¿No lo recuerdas? —preguntó volviendo a seguirlo.

—Solo vine una vez —se excusó y tocó la puerta

—Adelante —anunció la voz del interior.

—Sí, definitivamente suena como el jefe de todos —comentó Taehyung ante la dominante voz.

Abriendo la puerta, Jimin contempló al alfa sentado detrás de su escritorio firmando unos papeles.

—Puedes tomar asiento, Jimin, tan pronto termine de firmar esto te daré toda mi atención —prometió observándole brevemente, regalándole una pequeña sonrisa.

—Bueno, te dejo entonces —anunció Tae, empujando a su amigo al interior de la oficina—. Estaré con Jungkook esperando en la cafetería, me avisas —ordenó.

Asintiendo, el pelirosa omega se despidió de su amigo agitando su mano y cerró la puerta.

Dirigiéndose a los cómodos sofás, apenas alcanzó a tomar asiento en uno de estos cuando el alfa se levantó y le siguió.

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