Capítulo 60

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Saliendo de la habitación con una toalla pequeña sobre su cabeza para quitarle la humedad a su cabello luego de una agradable y necesaria ducha, Jimin se dirigió a la cocina y tomó asiento en un banquillo frente a la isla para observar a su alfa prepararles la cena.

—Las raíces ya se me están notando mucho, ¿debería de teñirme el cabello otra vez? —expresó pensativo, tirando con su mano un mechón mientras intentaba observarlo.

—Todo se te ve bien, nene —respondió su pareja regalándole un rápido guiño antes de volver a concentrarse en la comida, dándole la espalda.

—Necesito una mirada objetiva, Hyung —refunfuñó llenando de aire uno de sus mofletes, pero internamente estaba encantado con las palabras de su alfa.

—Bien, bien —pronunció, girando y dándole una larga mirada—. Pelirosa completo eres totalmente adorable, pero así te ves sexy, en especial con tu cabello desordenado hacia atrás —expresó finalmente, sonriendo al obtener un sonrojo en su pareja.

—Bien, ahora fuiste demasiado sincero —se quejó fingidamente mientras tiraba de la toalla para cubrir su rostro.

Soltando una risa profunda, Yoongi volvió a concentrarse en la comida.

—Tienes que decidirte, bebé, sincero o no.

—Siempre elegiré sincero —aseguró rápidamente y luego atrapó su labio inferior entre sus dientes mientras se quitaba la toalla—. Y hablando de ser sinceros...

—¿Qué sucede? —preguntó el mayor, regalándole una rápida mirada mientras cortaba algo de verduras.

—Bien... Eh... ¿Estás molesto porque SungJae se acercó a mi grupo de amigos? —cuestionó.

—Nop —respondió, sin mirarle.

Inseguro, el pelirosa lo observó unos minutos más mientras a través de su lazo, volvía a sentir aquel leve sentimiento de inseguridad, pero no creía que su alfa se diera particularmente cuenta de ello a juzgar por como seguía actuando de lo más normal.

—Bueno... Sé que en tu antiguo trabajo tenías que ocultar toda emoción y expresión —comenzó, dejando la toalla en la mesa con la cual sus dedos comenzaron a jugar—. Pero, si sabes que aquí y ahora no es necesario, ¿cierto? Soy tu omega, sé lo que eres, quien eres y me gustas como tal —le recordó.

—Lo sé —asintió, pero no dijo nada más.

—Hyung... —musitó en un suspiro—. Si recuerdas que estamos unidos por nuestro enlace empático, ¿cierto? Tal vez no te has dado cuenta o has decidido ignorarlo, pero me has estado enviando algunos sentimientos cada vez que me ves con SungJae —reveló.

—... Lo lamento, no se supone que debías de percibir nada de ello —anunció finalmente.

—¿Lo lamentas? —preguntó ceñudo—. ¿Cómo se supone que no debería de haberlo sentido? —refunfuñó.

—Bien... Simplemente no quería que sintieras nada de eso —respondió sin mirarlo—. Si dices que es tu amigo, está bien, no quería molestarte con mis preocupaciones innecesarias —se encogió de hombros, aun sin mirarle.

—Yoonie... —musitó.

Levantándose de su silla, Jimin rodeó la pequeña isla y se paró detrás de su alfa. Rodeándole con sus brazos, besó su cuello.

—Creo que debemos de hablar de esto, alfa —anunció.

—Bien, de acuerdo —aceptó el mayor, apagando las ollas una vez terminó de cocinar—. ¿De qué hay que hablar? —preguntó.

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