Capítulo 22

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—Entonces, ¿qué hiciste ahora? —preguntó Jungkook, observando al beta a su lado.

Ambos se encontraban esperando en el pasillo, frente a la sala donde Jimin estaba teniendo su última clase.

Por desgracia o fortuna, ambos habían oído que Yu-Na tenía planeado enfrentar a su querido amigo ahora que el imbécil de Taemin estaba libre otra vez, alegando que todo había sido orquestado por Jimin en venganza porque le había rechazado cuando este se le declaró.

Estupideces solamente, pero como la universidad estaba llena de gente estúpida, la mayoría se había dado vuelta prefiriendo creer en el alfa, otros simplemente se mantenían neutral, y otros pocos que conocían el verdadero rostro de Taemin o lo odiaban, apoyaban a Jimin.

Y su amigo, simplemente prefería no caer en las provocaciones de los demás, ignorarlos y seguir siendo tan amable y dulce como siempre, pero para eso estaban ellos dos, por supuesto, para defenderlo y ayudarle.

—¿Qué quieres decir? —preguntó Taehyung.

—No hay que ser un genio para saber que Minnie-ah está triste —bufó—. Como para también notar que desde que tu hermano no se ha dado una vuelta por la cafetería, se ha deprimido más —indicó—. Incluso nuestro Jimin-ah que no le prestaba mucha atención a su teléfono, estuvo al pendiente intercambiando mensajes como nunca en las últimas semanas, y de repente ¡puf! Nada.

Taehyung se removió a su lado, metiendo las manos en los bolsillos de sus pantalones.

—¿Y por qué yo tengo algo que ver? —murmuró, evitando su mirada.

—Porque la última vez que estuvo contigo estaba feliz, y luego no —acusó—. ¿Es por el obvio interés que tiene en tu hermano? —cuestionó, frunciendo el ceño—. ¿Te molesta que esté enamorado de Yoongi porque es tu hermano o porque le gusta realmente alguien?

—¿Crees que realmente quiera a mi hermano? —preguntó, observándole con líneas preocupadas en la esquina de sus ojos—. Joder —gruñó pasando una mano por su cabello negro.

El omega dominante frunció el ceño.

—Espera, ¿realmente te gusta Jimin de esa manera? —exclamó.

—¿¡Qué!? No, claro que no —respondió sobresaltado, agitando su cabeza de forma negativa—. Podemos tener la misma edad, pero veo a Jimin como mi hermano menor, al cual tengo que cuidar y proteger —expresó—. Solo míralo ahora, personas idiotas lo están molestando y él no hace nada, cuando estábamos en la escuela era igual —explicó.

—Entonces, ¿qué problema tienes con tu hermano? —preguntó confundido, pero con un molesto alivio asentándose en su pecho.

—No es que tenga problemas si ellos dos llegan a salir juntos —suspiró—. Antes también sabía que Jimin-ah tenía un flechazo por mi Hyung, pero solo éramos unos cachorros y por lo que vimos, Yoongi siempre se vio más con betas que nada.

—¿Y? ¿Sigo perdido aquí? —alzó su mano, moviéndola.

—Es solo... ¿Realmente crees que esté enamorado de él? ¿Qué no sea algo como cuando los dos éramos pequeños? —preguntó observándolo.

—Creo que tú conoces esa respuesta mejor que yo —indicó.

Observando aquellos ojos azul profundo, Taehyung soltó un suspiro.

—Lo sé, por eso cuando vi a Yoongi siendo abrazado por otro hombre frente a mi madre, le advertí que dejara de enviarle señales mixtas a Minnie que este pudiera malinterpretar —contó—. Luego, cuando vi a Jimin tan entusiasmado con mi Hyung... No pude evitar advertirle de lo que presencié.

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