Capítulo 56

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Recostados en la cama, Jimin acariciaba la cabeza de su alfa que se apoyaba en su vientre desnudo, pasando sus dedos por ese oscuro cabello, mientras que su pareja le rodeaba con un brazo, acariciando la piel expuesta de su pierna.

—Yoonie, haces cosquillas —rió suavemente el omega cuando su alfa giró su rostro y respiro profundamente su piel antes de plantar un beso por encima de su ombligo.

—Siempre te da cosquillas —sonrió el mayor, apoyando su mentón en su vientre para poder observarle.

—Eso es porque siempre me tocas en lugares donde me dan cosquillas —argumentó observándole con cariño, y todo su cuerpo se estremeció suavemente cuando aquella mano se deslizó por el interior de su muslo y subió.

—¿Eso te da cosquillas? —preguntó, con una sonrisa ladina.

—Uh... ¿Por qué no lo haces otra vez y lo comprobamos? —respondió con una sonrisa traviesa tirando de esos rellenos labios.

—Uhm, podría recorrer todo tu cuerpo de ser el caso —ronroneó acariciando con la punta de su nariz su vientre—. Claro que lo haría con mi boca en vez de mis manos —murmuró mordiendo suavemente cerca de su cintura.

—Hyung —dijo en una exhalación, sintiendo como cierta parte inferior de su cuerpo comenzaba a reaccionar.

—¿Qué sucede, nene? —preguntó subiendo por su cuerpo, hasta que ambos quedaron de frente.

—Sabes qué —respondió, alzando sus brazos para rodear su cuello.

—No, no lo sé —sonrió besando la comisura de sus labios.

—Estás siendo un alfa muy malvado —refunfuñó arqueando su espalda.

—Tú fuiste quien se quejó de que su trasero y espalda le dolía —argumentó y contempló con deleite como un tierno sonrojo se apoderaba de los mofletes de su chico.

—Si bueno... Nunca lo habíamos hecho en un auto y no fuimos exactamente amables en el proceso —murmuró—. No sé cuántas veces me pegué con el volante —torció sus labios.

—Bueno, podemos quitar de la lista hacerlo en un auto o practicar más para que la próxima no salgas lastimado —expresó y se acostó sobre su espalda al lado de su pareja.

—Ja. Ja. Qué gracioso —resopló y se dio vuelta, acurrucándose en el costado de su pareja mientras apoyaba su cabeza en su hombro y le rodeaba con un brazo y una pierna, provocando que la sabana se deslizara de su cuerpo mostrando más piel desnuda—. Me gusta regalonear contigo en las mañanas del fin de semana —comentó con un suspiro gustoso.

—¿Cómo te encuentras? —preguntó el alfa, curvando su cuerpo con un brazo y apoderándose de una nalga desnuda.

—Como yo mismo otra vez —prometió.

—¿No sigues sintiendo como si tuvieras algunas partes de tu cuerpo dormidas? —indagó.

—Nop, eso solo fue cuando despertamos —aseguró—. Después del desayuno y descansar un rato en la cama, solo me quedan los dolores comunes tras haber hecho el amor —explicó.

—Bien, entonces no habrá necesidad de ir al médico —expresó y tomó el control de la TV para cambiar de canal.

—No, espera —pidió Jimin, prestando atención a la noticia que estaban presentando en ese momento—. Ese es el bar al que fuimos anoche, ¿no? —reconoció.

—¿Lo es? —respondió el mayor, más interesado en acariciar el cuerpo de su pareja más que nada.

—Sí, lo es —asintió firme y tomó el control para subirle un poco más el volumen—. Mira, ocurrió algo —indicó enderezándose hasta sentarse en la cama—. Hyung, mira —dijo colocando su mano en su muslo.

Lost on YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora