Ya eran las 8:30 AM, y Jungkook suspiró con hastío.
Taehyung estaba en su habitación, alistándose para ir a trabajar, Hoseok estaba en la cocina haciendo quién sabe qué, y él tenía a Jungshin a su lado viendo caricaturas, mientras este chupaba la pata de su peluche Mang.
Jeon volvió a suspirar, ya que al parecer era el único que no estaba haciendo nada que lo entretuviera. El pequeño le había pedido que viera caricaturas con él, pero ya iban por el octavo capítulo de PAW Patrol, y él de verdad ya estaba harto de ver a esos perros salvar el día.
¿Por qué Jungshin no veía Bob esponja o algo?
Eso aunque sea, lo entretendría más.
Pero no, estaba ahí, solo siendo una almohada para el infante, quien recostaba su cabeza de su pecho, sin apartar los ojos de la enorme pantalla del televisor.
Jeon estaba resignado a quedarse ahí hasta que el pequeño le diera libertad, o al menos hasta que tuviera que ir a trabajar, que eso sería como a las dos de la tarde. Así que era mucho más probable que Jungshin lo liberara primero, o al menos, eso esperaba.
No obstante, escuchar como la voz de Hoseok murmuraba una grosería desde la cocina, llamó su atención.
¿Qué estaba haciendo ese atractivo castaño ahí metido?
Acababan de desayunar, dudaba mucho que ya estuviera preparando el almuerzo.
Eso sería un poco aterrador, a decir verdad.
En un ligero movimiento, logró intercambiar la suavidad de su pecho por un mullido cojín para la cabeza del niño, quien ni se inmutó ante la nueva ausencia de su Hyung, y Jungkook agradeció que el infante fuera tan adicto a esos perros de la tele, ya que hacía más fácil su huida.
Entre pasos quedos, se acercó a la cocina, asomándose por la puerta, y notando como Jung buscaba algún utensilio desesperadamente, mientras tenía una hoya a fuego lento sobre la cocina.
El castaño parecía frustrado, por lo que se apresuró en prestar su ayuda.
—¿Necesitas ayuda con algo? –Dijo al ya estar dentro de la cocina.
Hoseok lo miró con un gesto que pretendía tranquilidad, a la par que negaba sutilmente.
—Uhm, no quisiera molestar.
—Para nada. Aquí estoy para lo que se te ofrezca. –Asegura el moreno, acercándose detrás de la isla, donde estaba Hoseok. —¿Qué es lo que necesitas? –Pregunta, dispuesto a colaborarle al lindo padre soltero.
—Estoy buscando la licuadora, pero no sé dónde está. –Explica con un tono algo cansado, puesto a que lleva ya varios minutos buscando, y no encuentra ese estúpido artefacto.
Pronto, vio como Jungkook sonrió casi divertido, y se acercó a uno de los cajones debajo del lava trastes para poder sacar la licuadora de ese lugar.
Hoseok frunció su ceño con absoluta confusión.
¿Por qué carajos guardan la licuadora en un lugar como ese?
—Ten. –Jeon le ofrece el artefacto, y él la toma en sus manos sin problema.
—Muchas gracias. –Dice, aunque de inmediato, mira con duda al más alto. —¿No creen que para ser un utensilio tan esencial, está un poco escondido?
El contrario se alza de hombros, riendo.
—Siempre le digo lo mismo a Taehyung, pero se enoja mucho cuando la cambio de sitio. –Explica con simpleza. —Siempre me grita: “¡¿Por qué la dejas afuera?! Te digo que va aquí, grandísimo idiota.” –Jung ríe ante la imitación que Jeon había hecho de su cuñado, poniendo su voz excesivamente gruesa, sonando cómico. —Es gracioso, a veces solo lo hago para molestarlo. Se pone como un ancianito cuando no ve algo en su lugar. –Rio de nuevo Jeon.
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Jungkookie Hyung
FanfictionUn divorcio es un nuevo comienzo, ¿cierto? Al menos, Hoseok quería convencerse de eso. Pero, él quería un nuevo comienzo donde solo estuvieran él y su hijo. Nadie más. Sin embargo, Jungkook no parecía ser alguien que se rindiera fácilmente. Él podrí...